LOS40 El Musical

Joaquín
(Luha Duhart)

26 años, tierno, divertido, sensible y conciliador. Aunque su pasión es la radio y comunicar, es bastante introspectivo y reflexivo. Un héroe silencioso al que no le gusta llamar la atención. Desde pequeño se acostumbró a no exigir, no pedir, ser autosuficiente. Intenta pasar desapercibido, sin hacer demasiado ruido.

Es alguien a quien siempre querrías tener a tu lado. Su mayor fuerte es saber escuchar. Sabe poner orden al caos ajeno, encontrarle sentido a nuestra neurosis diaria y proporcionar paz y consuelo. Camaleónico y adaptable, es capaz de comportarse en casi cualquier circunstancia. Sabe ser divertido o paciente cuando hay que serlo. Su punto débil se podría decir que es él mismo. Tiene una gran habilidad para hacerse cargo de todo el mundo que le rodea menos de él. Le cuesta asumir que sus acciones pueden perjudicar a la gente que quiere. Al ser adoptado, vive con un constante miedo al abandono, a la soledad, y eso le convierte en un ser vulnerable y tal vez demasiado pasivo en ocasiones.

Está secretamente enamorado de Sara, su mejor amiga, desde que se conocieron en la preparatoria. Un amor platónico nunca resuelto, ya que su timidez le hizo retrasar dar el gran paso de declararle su amor, hasta que su hermano mayor, Mateo, se le adelantó y le arrebató al amor de su vida.

Sara
(Fran Meric)

26 años. Guapa, inteligente, comprometida, alegre y vital. Es profesora de un colegio para niños problemáticos. Ha nacido para hacerse cargo de otras personas, consagrar su vida a causas perdidas, a luchar por intentar que este sea un mundo mejor.

Tiene un sentido de la responsabilidad y del deber demasiado exacerbado. Es la mejor amiga de Joaquín. Entre ellos siempre ha habido una especial y muy complicada relación. Sí, parece que son la pareja ideal pero existe un pequeño problema: Mateo. ¿Qué hace una chica tan sensible con una bala perdida como Mateo? ¿Por qué sigue enfrascada en una relación que ya hace mucho hace aguas por todos lado? Sara es alguien incapaz de asumir el fracaso. Es una luchadora nata. No quiere asumir que a veces las relaciones fracasan. Tiende a elegir relaciones un poco masoquistas. Es demasiado desprendida, lo que le cuesta pensar única y exclusivamente en su propia felicidad. Es básicamente el alma gemela de Joaquín. Son dos personas con una sensibilidad muy parecida, pero precisamente esa relación tan fácil es lo que la ha distanciado. Todos sabemos que los polos opuestos se atraen. Y precisamente es eso lo que ha mantenido tanto tiempo unida a Mateo. No solo es una cuestión de luchar por la relación, es más que eso: es el lado salvaje de Mateo lo que engancha, ese potro salvaje al que espera algún día domar. Pero también llegan momentos en la vida en que empiezas a buscar y necesitar otras cosas, en que notas que igual estás perdiendo tiempo, en el que necesitas que tu vida sea más fácil. Bueno, más fácil no, simplemente mejor. Y algo siempre en el interior de Sara sabe que con Joaquín todo sería mejor. Pero nunca se perdonaría enfrentar a sus hermanos.

Chema y Laura
(Alberto Collado
y Kristel Fabre)

Hablar de uno sin hablar del otro es como hablar de Buzz Light Year sin mencionar a Woody, de Batman sin el Joker. Porque son a la vez pareja y némesis, protagonista y antagonista.

CHEMA (28) es un ser formal, tímido, sometidito. Licenciado en Derecho, becario en un bufete de abogados. Trabaja doce horas diarias por un sueldo mísero. Y al salir tiene un trabajo más exigente: su novia Laura.

Es la típica relación donde dos personas no tienen ojos para ver más allá, que actúan como si fueran felices pero no lo son, que prefieren no pararse a analizar si de verdad quieren estar con la otra persona, si están enamorados. Han entrado en una dinámica, la rueda de la vida que les dicta lo que se supone que tienen que hacer, como si la vida estuviera escrita en un manual que ellos siguen escrupulosamente.

Y cada vez que tienen una discusión que está a punto de dar por finalizada su dañina relación, Chema sufre un ataque de pánico ante la abrumadora soledad y sensación de abandono que siempre huye hacia delante, es decir, vuelve a los brazo de Laura.

Ambos vienen de un entorno religioso muy inflexible y conservador, donde no se tiene relaciones hasta el matrimonio, y entonces solo para procrear. Viven castrados por la educación tan rígida aprendida desde pequeños. Son incapaces de lanzarse a explorar su sexualidad, por muchas ganas que tengan. Tal vez por miedo a descubrir sus verdaderos impulsos sexuales.

Mateo (Raúl Sandoval)

28 años. ¿Podríamos decir que es todo lo contrario a Joaquín? No, pero casi. Guapo, fiestero, alocado, pasional y de buen verbo con mucho encanto. Caprichoso, manipulador acostumbrado a tener lo que quiere cuando quiere. No piensz en las consecuencias de sus actos, es un hedonista que se come la vida a bocados. Es deportista de élite, especializado es esgrima.

Pero este ser tan egoísta, con instinto depredador, no es alguien despreciable. Básicamente porque siempre consigue que la gente lo quiera. Es divertido y el alma de cualquier fiesta, extrovertido y con un gran sex appeal. Destila sexualidad. Porque además no sólo sabe hacerse querer, sino que sabe querer. Sabe hacerse sentir especial (sobre todo si eres mujer). Se entrega en cuerpo y alma a lo que esté haciendo en cada momento, y eso es algo que engancha y enamora. Claro que su capacidad de compromiso es ciertamente limitada.

Es un ser contradictorio y caprichoso. Lo quiere todo, es incapaz de renunciar a nada. Y en ese no renunciar a nada entra directamente Sara, su novia desde hace seis años, a la que quiere con todo su alma, pero a la que es bastante incapaz de serle fiel.

Alex (Mellisa Galindo)

26 años. Hermana melliza de David. Nacieron el mismo día, a la misma hora. Pareciera lógico que compartieran valores, personalidades, gustos y aficiones… pero no. Son completamente opuestos. A Alex la falta de límites la llevó por el camino completamente inverso, a saltarse todas las normas impuestas por la sociedad, a convertirse en un ser despreocupado que hace constantemente lo que le da la gana sin pensar en las consecuencias. Incapaz de comprometerse con nada, Alex tiene un enorme talento para la música, pero al igual que su hermano (en algo se tenían que parecer), nunca realmente ha desarrollado su talento, al tener la vida resuelta en el terreno económico.

Con rastas y aspecto descuidado, más que un ser humano parece un parásito que vive acomodado chupando del bote. Ese bote que piensa que le va a durar el resto de su vida.

Supuestamente está encantada con su vida emancipada, sin tener que dar explicaciones, sin tener que rendir cuentas, sin obligaciones familiares. Pero detrás de toda esta pintilla de sobrada, se esconde una niña asustada que en el fondo lo único que desea es que alguien la guíe un poco y le ayude a encontrar su sitio en el mundo.

Arturo (Gerardo González)

54 años, padre de David y Alex. Padre por llamarlo de alguna manera, porque nunca se ha hecho realmente cargo de ellos. Eso sí, ha puesto gente altamente calificada para atenderles y que no les falta de nada, mientras él disfruta de una vida de isla caribeña, de conquista en conquista.

Empresario de mucho éxito. Hombre hecho a sí mismo, de origen humilde que consiguió amasar una pequeña fortuna y ahora básicamente se dedica a disfrutar de la vida.

Nunca se sintió preparado para ejercer de padre. Es incapaz de asumir ese rol. Pero está despreocupación de sus obligaciones paternas también tiene su lado positivo, porque le convierte en un hombre divertido, irónico, ácido, un party animal sin pudor que siempre tiene algún piropo cargado para disparar a cualquier mujer. Es un Peter Pan multimillonario. No asume que el tiempo pasa y que eso necesariamente no tiene por qué ser malo, que cumplir años también significa ser más maduro y más sabio.

Realmente adora y quiere a sus hijos. Pero más que como hijos, los ve como roomies y no entiende en absoluto sus quejas e insatisfacciones. No tuvo infancia ni adolescencia. Cuando apenas tenía 12 años, su padre le sacó de la escuela y le puso a trabajar en su bar a servir a los clientes y lavar platos. No tuvo regalos, ni caprichos. Eso siempre fue lo que más deseó, lo que piensa de sus hijos desean. Pero no se acaba de dar cuenta de que lo que más necesita un hijo es el cariño de su padre. Y un padre el cariño de sus hijos.

A veces tiene que ocurrir una desgracia para abrirnos los ojos y hacernos reaccionar para recuperar todo ese tiempo perdido. Ese tiempo que creíamos que estaba tan bien aprovechado y que al final te das cuenta de que sin tus seres queridos al lado, nada en la vida tiene sentido.

David (Rubén Branco)

26 años. Es neurótico, obsesivo-compulsivo, hipocondríaco y pulcro hasta rayar lo psicótico. No come en restaurantes. Necesita comer con sus cubiertos y sus vasos, lavado por él mismo, no confía en la higiene de los demás. Se pasa dos horas y media al día en la ducha. Sale a la calle con guantes, gorro, mascarilla… ¿Qué se oculta detrás de estar peculiar manera de enfrentarse a la vida? Miedo, miedo a la vida.

De familia adinerada pero desestructurada. Padres divorciados cuando él y su hermana apenas eran unos niño. Viviendo en la abundancia, con mucho dinero y colmado de caprichos, pero sin unas figuras paternas que realmente se hicieran cargo de su educación. Han crecido sin conocer los límites, sin que nadie le diga nada lo que está bien o lo que está mal, sin que nadie le diga “hasta aquí”. Esta supuesta “libertad” le ha llevado a él mismo a imponerse unos límites muy estrictos, a ejercer de castrador, a apocarse ante la vida y enrollarse cual cochinilla por miedo las agresiones del exterior. A pesar de ser muy inteligente, vive completamente desmotivado, sin oficio ni beneficio, sin ninguna urgencia por hacerse cargo de su vida al no tener ninguna necesidad económica.

Todo lo mira dos veces, todo lo juzga, todo lo condena. Nada le gusta, nada le parece bien. Todo le parece fuera de lugar. No hay un solo sitio en el mundo en el que se sienta cómodo. Bueno sí, en su hipoalergénico cuarto, su jaula de oro, su pequeño bunker donde se mantiene alejado de las agresiones externas y sobre todo de su hermana, Alex.