Dejar de beber trae buenas consecuencias

Parece inofensivo, y cuando uno habla en contra de ello, habrán opiniones que estarán en desacuerdo. Pero si eres una bebedora casual, dejar esto traerá grandes beneficios a tu cuerpo y salud. Porque, tal como el Dr. Jake Deutsch comentó en una entrevista, aún en un consumo moderado estamos dañando a nuestro organismo: “El daño al hígado es acumulativo. Por lo que tomar unos cuantos tragos cada día puede ser tan dañino como beber en exceso. La constante afecta al hígado y al tracto intestinal y puede producir úlceras, pancreatitis, y cirrosis“.

Primeramente, son varias calorías que te vas a ahorrar. Más allá de la cuestión del peso, si nos importa o no, es algo. Todos los tragos y tipos de licores son altos en calorías, por lo que comenzarías bajando esas calorías, que en el fondo no estarías consumiendo. Además, que afecta el desarrollo de tu musculatura, dejando solo la grasa.

La piel también se ve beneficiada, especialmente alejada de los días en los que tienes resaca, pues tu piel se ve afectada, se pone tirante y está deshidratada. Si tu piel luce más cansada de lo normal, puede que sea solo por la cantidad de copas que bebes a la semana. Suena trágico, pero es real. Tener tu cuerpo libre de alcohol también se refleja en tu ciclo de sueño, ya que cuando ingieres no duermes de la misma manera que sin. Descansas más y puedes tener mejor energía.

No sólo notarás que estás más ligero y te verás más saludable, porque los efectos de seguro se verán más a lejano plazo. Pero tienes que saberlo, para prevenir en vez de lamentar. El mejor beneficio, aunque en el minuto uno no lo toma como tal, es que tu bolsillo respira, ya que sin darnos cuenta, un “bebestible” afecta a nuestro bolsillo, especialmente de manera social. Pregúntate cuánto inviertes en esto cada semana, y quizás sea la razón final para disminuir o eliminar por completo el consumo de alcohol en tu vida.