Uno de los más grandes artistas de esta generación murió este 7 de marzo ¿Cómo lo sé? Justo esa noche mi teléfono tenía más llamadas y mensajes de lo normal al cierre de una jornada editorial y eso era algo extraño. Al levantar el smartphone vi que tenía varias decenas de mensajes decían de múltiples formas que Akira Toriyama había muerto.

No tengo razón de algún acontecimiento de este tipo a nivel mundial, al menos para mi generación, pues muchos de mis conocidos más cercanos habían enviado estos mensajes casi al mismo tiempo. Realmente tiene muchos años que no veía algo así, era como ver si una parte de la niñez de varios de nosotros literalmente hubiera muerto, pues lo creamos o no, Toriyama es reconocido a nivel mundial. Gracias a este oficio he tenido la oportunidad y fortuna de estar en varios países por ende me consta que el legado de Toriyama lo he visto traducido en múltiples idiomas. Tanto trasciende que más de una vez ha sido tema de un sinfín de charlas alrededor del mundo, tema de inspiración de cientos de cosplayers y hasta parte de una fiesta de karaoke con más de uno de los temas del anime.

Un Gen-kidama por Akira Toriyama

Ahora lo único que nos resta es disfrutar de ese increíble legado dentro del manga y del anime, teniendo en cuenta que todo lo que vemos en Dragon Ball o Dr. Slump ha llegado a más de una generación, si no pregúntenle a mi madre que literalmente secuestró a uno de mis muñecos de Goku para tenerlo en su casa.

Ojalá su inspiración siga permeando a múltiples generaciones y que su imaginación siga trascendiendo las barreras culturales, geográficas y sobre todo generacionales, pues pocos son los que lo logran.

Toriyama-san gracias por darnos esas fabulosas aportaciones en personajes y videojuegos como Dragon Quest, Chrono Trigger o Blue Dragon y por las innumerables versiones de videojuegos de Dragon Ball.

Que ese legado siga y gracias por regalarnos estas historias porque “Preferiría ser un mono sin cerebro que un monstruo sin corazón”.

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