Dragon Age: The Veilguard, análisis “entre la gloria del pasado y los errores del presente”

Un juego muy bien hecho, entretenido y dinámico

Algunos juegos generan el mismo nivel de polémica que los procesos electorales o al menos eso pareciera si uno mira la superficie de los análisis, lo que dicen los creadores de contenido y los sitios de calificaciones o rankeo como Metacritic, Dragon Age: The Veilguard es uno de ellos. Pero vamos a ser claros quien diga que el juego es malo, una máxima decepción y reflejo de lo peor de la cultura woke es una persona que tiene una visión parcial, de la misma forma que la tiene una persona que diga que esta entrega tiene todo lo contrario como que tiene el mismo valor de producción, impacto y calidad que Baldurs Gate 3.

No, Dragon Age: The Veilguard no es un mal juego y está lejos de ser uno pésimo, de hecho podría decir que es uno de los títulos que más he disfrutado este año junto con Metaphor: Refantazio, Black Mtyh: Wukong, Final Fantasy VII Rebirth, Astro Bot y Persona 3 Reloaded. Claro no es el mejor de todos ellos y tampoco es merecedor del juego del año, pero atacar una obra con argumentos poco sólidos, no está bien.

Así que mejor vamos por partes de lo que sí funciona y lo que no de este juego.

¿Qué es Dragon Age: The Veilguard y qué no es?

Creo que varios debemos entender que si llegas, como yo inesperado por lo que BioWare hizo en su momento con Origins e Inquisition es muy probable que te vayas a decepcionar. En ese sentido Dragon Age: The Veilguard no es un “clásico” RPG de Bioware como lo fue en su momento Dragon Age y Mass Effect. Para esta entrega BioWare optó por un RPG de acción y combate más que por uno táctico. Similar a lo que hizo Square Enix con Final Fantasy XVI, de dejar el modo por turnos y pasar a un modo de acción mucho más enfocado en peleas.

Para mi gusto funciona, no es fiel a lo original, pero tampoco es aburrido. El jugador toma control de Rook, el nuevo personaje central y que será el único que realmente controlarás durante toda la aventura.

Durante las peleas tendrás la opción de agregar tres habilidades de tu preferencia y también podrás dar golpes con ataques débiles o fuertes. Puedes esquivar y hacer parry a ciertos ataques de los enemigos. Además de que cuentas con un arma de distancia (cómo hechizo o arcos) para dañar a cierto tipo de enemigos. Tus compañeros, que máximo podrás llevar dos, tomarán decisiones por cuenta propia, pero podrás controlar ciertos comandos para que ataquen enemigos específicos o usen magia o movimientos clave en caso de tenerlos disponibles. Esto lo puedes hacer a través del menú de rápido acceso o si lo prefieres, puedes usar la Action Wheel, que es un menú que congela la acción por un momento para darte la oportunidad de tener algo de control en la batalla y ejecutar incluso ataques en conjunto con tus compañeros para hacer un mayor nivel de daño.

Debo confesar que este último elemento de la Action Wheel es bienvenido, porque da ese sabor a la Dragon Age de BioWare o Mass Effect en combate que son mucho más agresivos y dinámicos.

Los enemigos son algo variados, pero se dividen en tres categorías generales de corto ataque, de largo ataque o pesados y el jugador deberá elegir el método de daño para poder reducir sus escudos de una forma más acelerada dependiendo del tipo de ataques o hechizos que utilices.

Los jefes por el contrario y algunos enemigos son sorpresas muy positivas, algunas de estas batallas realmente son interesantes y aunque nunca llegan al nivel de combates de Final Fantasy XVI, pero si dan una pincelada del universo fantástico que es Dragon Age: The Veilguard.

Un universo de Wow con unas caras de What

Mi mayor problema con Dragon Age: The Veilguard no tiene que ver con el modo de juego. Como decía el combate es entretenido, puede sentirse repetitivo, pero nada que sea decepcionante y las clases tienen tantas ramificaciones y la posibilidad de reajustar a tu personaje que te permite probar con los diferentes modos de tu clase sin tener que empezar una partida nueva.

Tampoco lo es el escenario y el universo del juego, que debo decir es uno de los más hermosos y llamativos que he visto en años de jugar RPGs de fantasía. Los mundos para explorar si bien no son del todo abiertos, son bastos y dan para momentos interesantes. Es cierto que algunas de sus grandes ciudades y poblados pueden sentirse un tanto desolados porque la mayoría de los NPC en ellas son personas inanimadas, sin diálogos y mucho comportamiento, pero señores esto no son los SIMS, aquí se viene a salvar al mundo, no a tener diálogos con los ciudadanos o ver cómo se comportan.

Para mi sorpresa, siendo un juego de EA, tampoco son los fallos técnicos. Dragon Age: The Veilguard es un juego sólido, sin bugs, ni errores. Mi mayor tema es el diseño de los personajes. Sé que es algo subjetivo, pero pasar de un diseño de personajes realista de Origins e Inquisition a uno medio caricaturesco, no me termina de encantar. El problema es que no son ni tan caricatura, ni tan reales, es un punto intermedio que hace que las expresiones a momentos de los personajes se sientan menos poderosas, y para un juego que busca conectar con la historia, eso deja un mal sabor de boca. Aunque es un detalle que puede sonar tonto, al menos para mí que juego Dragon Age: The Veilguard por su historia, es un poco frustrante no poder enamorarme o sentirme realmente conectado con los personajes al nivel que lo hice en juegos pasados.

Y hablando de compañeros, sin ánimos de hacer spoilers el jugador verá viejos rostros de Dragon Age, aunque no tantos como me hubiera gustado, pero primordialmente tendrá nuevos compañeros, ninguno al nivel de Solas o Morrigan en versiones pasadas, pero con historias lo suficientemente llamativas como al menos para poder hacer las misiones secundarias, que dicho sea de paso no son tus típicas misiones de ir a recolectar cinco cebollas o dejar un carta a un pueblo lejano.

La exploración y la selección

Finalmente hablaré de dos puntos que son igual de polémicos. El primero es la exploración, como decía el universo se lleva un diez, la exploración un seis. No es que sea aburrido, pero por lo general no hay mucho que hacer más que recoger materiales, elementos para vender, dinero o abrir cofres con loot, pero realmente nada de eso se siente muy significativo fuera de algunas armas o armaduras, la realidad es que poco valor se sintió por explorar el universo de Dragon Age: The Veilguard, lo cual es una verdadera decepción porque fuera de completar tus objetivos marcados en un mapa, esa sensación de investigar un área con afán de descubrir algo único es inexistente o pierde su valor rápidamente.

El otro tema tiene que ver con la selección. Al igual que los juegos de Bethesda como Fallout o Skyrim o Starfield, Dragon Age: The Veilguard es un juego de BioWare que da al jugador la opción de interactuar en los diálogos con la finalidad de poder alterar algo o mucho el desarrollo de la historia. Y es verdad que en esta nueva entrega los diálogos y opciones se sienten un poco vacías y consecuenciales, incluso aquellas en donde te toca definir sobre la vida o muerte de un personaje. Y lo cierto es que es así durante gran parte del juego casi hasta el final de este donde al parecer tus decisiones y la manera o apoyo que diste a ciertas facciones, tiene una relevancia mayor. Pero por la mayor parte del juego podrás elegir entre ser amable, ser chistin o grosero sin mucho impacto. Algo que resta en algunos momentos, cuando pareciera ser que los desarrolladores querían hacer diálogos más enfocados a la generación Z, pero sin tanto éxito lo que los hace sonar tontos o fuera de lugar.

Versión de PC

Este port es uno de los más sorprendentes que hemos visto, ya que es por mucho la versión definitiva a nivel visual. Si tienes la oportunidad de correrlo con todas las opciones del trazado de rayos (reflejos, oclusión ambiental y la opción en ultra), con DLSS, DLSS Frame Generation y NVIDIA Reflex tendrás la experiencia definitiva.

No obstante, es uno de los mejores ports para plataformas como la Steam Deck o la Lenovo Legion Go, ya que no obstante de venir verificado en la plataforma de Valve, corre por encima de los 40 FPS.

Conclusión

¿Vale la pena comprar Dragon Age: The Veilguard? Es una pregunta compleja pues diría que si eres fan de los RPG largos de acción sí vale la pena. Dragon Age: The Veilguard es un juego muy bien hecho, es entretenido y dinámico. No es memorable, pero para nada es un título aburrido. El tema es que, si realmente estás buscando un RPG con una historia increíble, dura y profunda, hay otras opciones. Si eres fan de la saga, te diría que llegues con la mente abierta porque, aunque se trata de un Dragon Age, no es el tipo que jugaste hace diez años. ¿Pero y entonces BioWare regresó de sus cenizas a su gloria del pasado? El estudio sabe hacer juegos y lo hace bien y Dragon Age: The Veilguard es el ejemplo de ello, pero hay algo que aún no logran volver a activar y es esa magia de sentir que estás jugando una historia épica, bien contada y que vas recordar por muchos años, falta quizá tratar de encontrar esa flama que realmente los haga regresar a sus glorias del pasado. Por ahora han demostrado que siguen aquí y que el nivel de exigencia es alto.

Calificación: 8

Por Carlos Fernández de Lara

Amante de los videojuegos y la tecnología, periodista apasionado por el contenido que ha trabajado en CNN México, Forbes México y Excélsior. Vive de contar buenas historias, ama todo lo que tenga que ver con contenido en video y todo lo publicado por From Software.