Doom: The Dark Ages, análisis: demonios, tripas y acción infernal
Analizamos el nuevo Doom: cambios en la jugabilidad, el escudo sierra y las brutales formas de aniquilar demonios

Una vez que atraviesas las puertas del infierno, resulta tan adictivo que no podrás parar de masacrar demonios y hacerlos volar en pedazos. Nosotros tuvimos acceso anticipado a esta nueva entrega de Bethesda, Doom: The Dark Ages, y aquí te contamos todo lo que puedes esperar de él y que tanto cambia respecto a las últimas entregas.
Bien dicen que si algo funciona no le muevas, pero Bethesda nos demuestra que es posible hacer cambios a una franquicia tan importante y aun así conservar la enorme calidad que lo caracteriza. Así que, en esta entrega, te confirmamos que sí hay cambios de jugabilidad importantes respecto a lo que vimos en Doom Eternal por ejemplo, ya que en este juego tenemos un ritmo más lento y un Slayer muchísimo más pesado que se siente no solo en la movilidad sino en todo el repertorio de acciones que rodean al mata demonios.
¿De qué se trata Doom: The Dark Ages?
El principio es el mismo, eres un Slayer que se encarga de eliminar a cuantos demonios se le crucen enfrente para defender a la humanidad de un conflicto con el infierno que parece nunca acabar. Sin embargo, ahora estamos controlando a lo que parece ser un tanque con piernas, ya que la movilidad del personaje no es veloz como la entrega pasada, sin embargo, esto no significa otra cosa más que nuevas formas de matar cientos de demonios que se ven en cada escenario.


Un escudo para desmembrar demonios
El escudo es sin duda, el mejor aliado para compensar la falta de verticalidad en el personaje, pues este principio es el cambio más importante en Doom, ya que no hay mejor manera para defenderte de los malignos que lanzando un escudo sierra que partirá a los más débiles por la mitad, y que a los más grandes los aturdirá por varios segundos para que, con tu armamento, puedas masacrarlos sin piedad. Al principio costará acostumbrarse a esta nueva herramienta que no solo nos permitirá ser ofensivos, sino también defensivos pues nos permitía cubrirnos de los proyectiles enemigos, y lo más importante, hacer desvíos o “parrys” los cuales deberán hacerse en el momento exacto para aturdir al enemigo y regresarles los proyectiles en caso de que sean ataques a distancia.
Además, el repertorio de armas es bastante amplio y creativo como para adaptarse al estilo de juego de cada uno, aunque también existen para planear una estrategia de ataque contra las hordas de incontables demonios a los que nos enfrentaremos. Ya que como mencionamos, el Slayer es mucho más lento de lo que acostumbramos, así que tendremos que compensarlo no solo con el escudo, sino con tácticas para ganar, por ejemplo, algunos enemigos son débiles solo a armas de plasma o de clavos, algunos otros solo vulnerables a los desvíos del escudo, y otros más que fungen como líderes de la zona.


Estrategias de ataque y violencia por doquier
Estos líderes de zona son un añadido interesante en Doom: The Dark Ages, ya que algunos no solo serán jefes de nivel, sino que en más de una ocasión habrá algunos esbirros que potenciarán a los demás demonios e incluso llamar refuerzos infinitamente hasta que lo encuentres y acabes con él.
Así que combinar los ataques con el arma correcta a los demonios, también detectar si hay líderes por el área, y a quienes te conviene atacar primero y dejar a otros al final, se hace todo en un ritmo frenético de disparos, lanzamientos de escudo, tripas volando por los aires y remates a demonios que te darán municiones, escudo y vida.
Si bien algo que nos hubiera gustado ver, son ejecuciones más realizadas y vistosas, se ven más como una finalización de combo y no como un pequeño “remate” que caracteriza a la saga de Doom. No obstante, creemos también que prescindir de estos con cada demonio que vemos ayuda muchísimo a mejorar el ritmo de juego y compensar la falta de velocidad del Slayer, dando un equilibrio perfecto entre frenetismo y acción en pantalla.
Además, hay 2 maneras más de poder darle caza a los demonios, y es a través de una armadura gigante y de un dragón de batalla. Los cuales cambia el gameplay por momentos para brindar frescura en la jugabilidad, pues cuando crees que ya es mucho de avanzar en línea recta matando demonios, tienes cambios con el dragón luchando en el aire con un gameplay bien logrado y divertido para despejar una zona de aterrizaje, por ejemplo, para invadir las naves enemigas. O también tendrás que subirte a un mecha gigante para ponerte al tú por tú con los titanes demoniacos, y aunque la jugabilidad es más sencilla aquí, no cabe duda de que le brinda un cambio al juego para mantenerte pegado a la pantalla por más tiempo.
Si, Doom: The Dark Ages es difícil y retador, tanto si ya tienes experiencia en la saga como si eres nuevo, y lo mejor de esto y que más nos gustó, es que puedes adaptar la dificultad a tu gusto, por ejemplo, reducir el daño que te hacen y aumentar el que tú haces o que los desvíos de ataques con el escudo sean más o menos precisos. Es algo muy bueno porque tanto los experimentados como los nuevos podrán disfrutar de la masacre demoniaca por igual.
Sin embargo, creemos que los puntos que flaquearon en esta entrega es la historia en la campaña, y la banda sonora. Si bien la música es frenética y se adapta bien a los escenarios y situaciones en las que estemos, realmente pasará en segundo plano y no recordarás alguna melodía en especial. Mientras que la historia, el conflicto es un mero pretexto para darle argumentos al Slayer para destruir demonios, y aunque a los aficionados de la saga seguramente les gustarán ciertos guiños a otras entregas o algunas cosas de la historia que les darán sentido, realmente Doom: The Dark Ages no se sostiene por su historia.


El infierno nunca se vio tan bien
Visualmente esta entrega es excelente, cumpliendo con detalles gráficos interesantes, un equilibrio adecuado entre el dibujado de diferentes escenarios y el balance de luces. Pasando por escenarios de gran tamaño como cuevas, fortalezas y castillos, hasta ambientaciones como bosques y montañas. Además, el diseño de los enemigos está bien logrado, pudiendo ver los detalles de los demonios y el suficiente diferencial visual para saber que enemigos deben vencerse con qué tipo de arma.
El rendimiento de Doom: The Dark Ages está bien optimizado, tanto para computadoras bien equipadas, como con aquellas que no tienen prestaciones tan exigentes. Ya que probamos el juego en una PC, dándonos un rendimiento de 80 cuadros, 4K y HDR, con gráficos en Ultrapesadilla en modo rendimiento, la PC estaba equipada con las siguientes características:
- Procesador: Intel Core i9-13900K
- Ram: 64 GB Kingston Fury DDR5 a 5600 Mhz
- Motherboard: Z790 AORUS Elite AX
- Sistema de enfriamiento: Aorus Waterforce X240
- GPU: Radeon RX 7800 XT
Sin embargo, tampoco fue necesario tanto poder para disfrutar el juego sin problemas, ya que también lo probamos en una ASUS ROG Ally Z1 Extreme, donde con una potencia de 15 W, obtuvimos 30 fps a una resolución HD+ o 900p, gráficos medios y modo rendimiento. Mientras que en el modo turbo obtuvimos 40 fps, gráficos medios y resolución Full HD o 1080p. Y adelantamos que la experiencia fue muy agradable, sin ralentizaciones para ninguno de los dos modos antes mencionados, y con un detalle visual bastante bueno para jugar por un buen tiempo.


Conclusión
Doom The Dark Ages cambia el ritmo de juego respecto a otras entregas, pero ofrece una jugabilidad adictiva y emocionante, siempre pegados a la pantalla que, aunque crees dominar las mecánicas del juego, siempre tendrás desafíos contra más demonios y hordas cada vez más desafiantes. Y aunque la historia no es su fuerte, no cabe duda de que este juego debe ser un indispensable en tu biblioteca.
Calificación 8.5
Por Marcos Rabía
Periodista y comunicólogo especializado en tecnología y videojuegos titulado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Comenzó a colaborar con Meristation y Los 40 México desde 2017, cubriendo temas de tecnología y videojuegos. Ha trabajado para Grupo Expansión en la revista Tec Review, en el proyecto BitMe de Televisa y en la revista digital Factor 9 del grupo Merca 2.0. Actualmente es Especialista en Administración de Contenido para Walmart de México y Centroamérica centrándose en estrategias digitales para el catálogo de electrónica.