Ozzy Osbourne: historias ocultas detrás de El Príncipe de las Tinieblas
Anécdotas inéditas del padre del Heavy Metal: adicciones, Black Sabbath, su relación con el padre del satanismo moderno y más

Ozzy Osbourne, puede considerarse como el padre del Heavy Metal y el "Príncipe de las Tinieblas", es una figura que ha trascendido la música para convertirse en un ícono cultural. Su carrera está llena de éxitos, excesos y anécdotas que rozan lo inverosímil. Más allá de su persona pública, existen algunas historias que me fueron contadas por un amigo “metalero” llamado Miguel Miranda, un franco devoto del género y de “El Loco”. A continuación, enumeraremos algunas de las historias que revelan la compleja y a menudo perturbadora realidad de un hombre que vivió al límite.


Lagunas en la memoria y discos olvidados
Es bien sabido que los años de Ozzy con Black Sabbath y el inicio de su carrera en solitario estuvieron marcados por un consumo desmedido de alcohol y drogas. Tan severo fue su estado en ciertos periodos que, increíblemente, Ozzy ha admitido no recordar haber grabado algunos de sus propios álbumes.
Estas lagunas en su memoria son un testimonio crudo de los extremos a los que llegó, difuminando la línea entre la creación artística y la autodestrucción.


El “Sabotaje” de Black Sabbath y un atuendo Inesperado
La tensión dentro de Black Sabbath era palpable en los últimos años de Ozzy con la banda. A menudo se habla de un "sabotaje" no intencional por parte de Ozzy debido a su errático comportamiento, lo que eventualmente llevó a su despido y al álbum con el mismo nombre. Esta época turbulenta también dio lugar a momentos insólitos. ¿Sabías que una vez Ozzy apareció en mallas rojas? La historia cuenta que, tras una noche de desenfreno, se despertó completamente desnudo y lo primero que encontró para cubrirse fueron unas llamativas mallas rojas, con las que salió a la calle sin pensarlo dos veces.
"SABBATH" ¿una entidad o un sueño?
Entre las anécdotas más extrañas, Ozzy ha mencionado una presencia recurrente a la que llamaba "SABBATH". No se trataba de la banda, sino de una aparición o entidad que lo visitaba casi todas las noches en una cabaña donde solía quedarse. En sus propias palabras, este lugar y las visitas se sentían como un sueño, una experiencia tan vívida como irreal, añadiendo una capa de misticismo y perturbación a su ya complicada vida.


"Paranoid": el disco que lo cambió todo
El álbum "Paranoid" de Black Sabbath, lanzado en 1970, es un hito indiscutible en la historia del heavy metal. Este disco no solo catapultó a la banda al estrellato mundial, sino que también cimentó el sonido oscuro y pesado que definiría el género. Canciones como "Iron Man", "War Pigs" y la propia "Paranoid" se convirtieron en himnos generacionales, marcando la escena musical de forma permanente. La energía cruda y la lírica introspectiva de Ozzy en este álbum lo convirtieron en un portavoz de una generación.
Ozzy Osbourne y Aleister Crowley: un vínculo oscuro
Uno de los capítulos más fascinantes y controvertidos en la mitología de Ozzy Osbourne es su afinidad hacia Aleister Crowley, el influyente ocultista y escritor británico, a menudo referido como el "padre del satanismo moderno". Crowley fue una figura enigmática, conocido por su autoproclamación como "la Gran Bestia 666" y por sus enseñanzas sobre magia, ocultismo y la religión thelemita.


La conexión de Ozzy con Crowley se inmortalizó en su famosa canción "Mr. Crowley", del álbum Blizzard of Ozz (1980). La letra de la canción, con preguntas retóricas como "Mr. Crowley, what did you mean?", explora la fascinación y el misterio en torno a la figura de Crowley y sus escritos, incluyendo su libro "Diario de un drogadicto" (The Diary of a Drug Fiend), que se dice que inspiró parte de la canción. Curiosamente, Aleister Crowley, a pesar de haber fallecido en 1947, incluso apareció en la portada del icónico álbum Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de The Beatles, lo que subraya su influencia en la cultura popular más allá de los círculos ocultistas.


La relación de Ozzy con estas figuras y mitos oscuros ha cimentado su imagen como el "Príncipe de las Tinieblas", un título que, aunque se le dio por su música y su teatralidad, parece resonar con las profundidades de sus propias experiencias y fascinaciones.