Allison: Impresiones de un concierto cargado de oscuridad y nostalgia punk rock
La banda capitalina de pop punk y rock alternativo contagió emoción y nostalgia durante su gira Euforia 2025
Me acerco al Pepsi Center y el panorama de un sábado lluvioso y monótono cambia por completo. A lo lejos, el desfile de jeans negros, chamarras de piel y emoción al máximo dejan entrever una euforia dormida lista para encenderse en cualquier momento.
Basta con cruzar la puerta de entrada al recinto para encontrarse con el eco vigorizante de la batería, los riffs potentes de las guitarras y el tempo enérgico del punk adueñándose del escenario. Aún no empieza el acto principal, pero la música ya está presente con Taller Para Niños, Say Ocean y Pedro y el Lobo, tres bandas teloneras que, con éxitos propios y covers, preparan a la audiencia para lo que se avecina.
Tras dos horas de música en vivo y pura vibra de aquel pop punk dosmilero, se acerca la hora del show principal, las bandas bajan del escenario y el público sigue abarrotando el aforo. Mientras tanto, el Pepsi Center prepara a los fans con temas de bandas icónicas que vieron su nacimiento junto con Allison. El público corea como si de himnos a su adolescencia se trataran rolas como “Los malaventurados no lloran” de Pxndx, “Sognare” y “Humanos como tú” de División Minúscula, entre otros éxitos que gestaron la ola del rock alternativo y el punk nacional a inicios de este milenio.
Pero no hemos venido hasta aquí para escuchar música pregrabada en estudio sino para vivirla en carne propia. De pronto, las luces se apagan y la emoción se enciende al máximo, “Allison, Allison, Allison” es lo único que se distingue entre gritos y ovaciones de fans preparados para ver emerger a la banda desde la penumbra.
Entonces, la batería de Diego Stommel rompe el silencio en una marcha a la que le siguen los riffs de Abraham Isael “Fear”, el bajo vibrante de Alfredo Percástegui “Alfie” y, finalmente, los versos de apertura en la voz de Erick Canales, desatando la emoción entre los fans. “Me cambió” es el tema que da arranque a una noche en donde la nostalgia y la evolución se encuentran no sólo entre el setlist de la banda, sino también entre un público transgeneracional, que abarca desde los millennials treinañeros y nostálgicos hasta las generaciones más pequeñas influenciadas por sus padres.
“Buenas noches Ciudad de México”, saluda Erick tras finalizar el tema de apertura, en un breve agradecimiento que no da lugar a muchas palabras, pues por ahora es turno de que la música hable. A este pequeño momento de gratitud le sigue un mix de éxitos que atraviesan desde los clásicos como “Llama por favor”, hasta hits de años más recientes como “Gracias por la herida” y “Día verde”.
Pero, es “El Juego”, la canción que termina por afianzar el magnetismo que la banda ejerce sobre los fans. Esta seduce, invita e impone una nueva energía que lleva a la audiencia a saltar y corear a la par de Erick, levantar las manos y fundirse en una sola energía que continúa con las siguientes canciones. “16”, “Vives” y “Dualidad”, desfilan como una alegoría al inicio y evolución de la banda, desde esa época temprana en que la alineación original repartía flyers y armaba tocadas en el Foro Alicia, hasta la actualidad de un auditorio lleno en donde Erick, Diego, Fear y Alfie siguen encabezando la llama de una banda que movió a toda una generación.
Pero un evento de este calibre no es memorable si no se suman algunos invitados sorpresa y eso es algo que Allison sabe bien. Así que, a mitad del concierto, se abren paso Ladrones, la banda jalisciense que llega para unirse en un jam con la canción “Siempre vuelve” o José Manuel “TTS”, vocalista de Here Comes The Kraken, quien llega a abrir el mosh pit y a dar una renovada energía con su voz gutural en “Matar o morir”.
Es con la colaboración de TTS que el lado más punk y desmadroso se desata por completo, los coros resuenan y los brazos se elevan. Así, cuando llega el turno de “Rómpase en Caso de Emergencia” ya no hay vuelta atrás. Los fans se han dejado llevar por completo ante una guitarra que no da tregua y ante la voz de Erick Canales, a veces melódica, a veces agresiva, pero siempre hipnotizante y llena de energía.
Finalmente, a esta noche de sorpresas se une de nueva cuenta la banda telonera Taller Para Niños a interpretar “Mario Bros 3” y el ensamble de cuerdas Polaris se hace presente para darnos una probada de lo que se vivió durante la presentación de Allison en el Metropolitan.
Con un sonido acústico, toda la energía se contuvo por un instante para dar lugar a versiones lentas y armoniosas de “Se vale correr”, “Luna amarga” y “Aquí”, canciones de tres etapas diferentes de la banda, que avanzan en sentido contrario, desde el sonido más maduro e introspectivo, hasta las melodías más juveniles y relajadas. Finalmente, como una cuenta regresiva en donde Allison nos lleva de la mano, terminamos por ser conducidos de vuelta a la primera década de los años 2000 cuando todo inició, con “Frágil” y “Memorama”.
Con esta última canción es que termina el show en un Pepsi Center lleno de energía, palmas al aire, un público eufórico coreando las canciones que comenzaron con todo, interpretadas ahora para cerrar una etapa de una banda que ha evolucionando y madurado con el tiempo, pero con una base de fans que se mantiene fiel y solida frente al paso de los años.


