Twenty One Pilots estrena su nuevo sencillo ‘Drum Show’: análisis de la canción y el video
Una nueva era de Twenty One Pilots ha comenzado.

Twenty One Pilots estrenó su más reciente sencillo ‘Drum Show’ acompañado de un video musical, marcando oficialmente el inicio de una nueva era tras el lanzamiento de ‘The Contract’. A pocas horas de su estreno, el videoclip ya acumula más de 796 mil reproducciones en YouTube.
La canción proyecta toda la esencia de la banda en cada acorde y letra. La guitarra de Tyler y la batería de Josh se sincronizan a la perfección para entregar un nuevo golpe de emociones. A diferencia del sencillo anterior, esta vez la batería cobra protagonismo desde el inicio, inclinándose hacia un sonido más cercano al rock de los 90, distinto al estilo habitual de Twenty One Pilots.
Pero más allá del sonido, ¿qué nos dice ‘Drum Show’ entre líneas?
Análisis de ‘Drum Show’
En esta ocasión, el foco está en Josh. Así como la batería domina la melodía, la letra también parece girar en torno al baterista del dúo.
Tyler suele escribir desde sus propios miedos y conflictos, pero esta vez asume el rol de narrador en tercera persona, contando desde afuera la experiencia de alguien más.


La letra explora el hartazgo de la rutina, la represión emocional y la evasión como mecanismo de defensa: aparentar que todo está en orden montando un “show”.
Quienes tienen una personalidad evitativa y suelen reprimir sus emociones entenderán perfectamente la sensación: guardarse lo que sienten, aparentar que no pasa nada y buscar distracciones para no enfrentarse al problema; ya sea por no causar un disgusto, por miedo al conflicto o por la preocupación del rechazo.


La metáfora de conducir, acelerar para "sentir algo" y reducir la velocidad para prolongar la experiencia, refuerza la idea de una distracción temporal frente a una realidad que se evita confrontar.
En el video musical, Josh aparece manejando sin rumbo, en una actitud distante y serena, mientras se sumerge en su interpretación instrumental. Paralelamente, Tyler, como narrador omnipresente, parece atravesar esa careta y exponer lo que Josh no dice en voz alta.


Particularmente ese grito final funciona como catarsis de las emociones reprimidas que el personaje principal no exterioriza.
Aunque durante todo el clip vemos a Josh completamente sereno al volante, cuando toca la batería se transforma en alguien eufórico y visceral, liberando cada emoción reprimida. Al final, la única forma en la que Josh logra aliviar su dolor es a través de otro “drum show”.
Este segundo sencillo es sin duda una de las mejores canciones que hemos escuchado de la banda y pone las expectativas del nuevo álbum, Breach, que se estrena el 12 de septiembre, por los cielos.

Areli Segura
Soy redactora experta en música y entretenimiento para Los40 y La KeBuena. Mi background en Comunicación...


