“Siempre” y “nunca”, las dos palabras que pueden destruir tu relación
Cómo tratar de evitar estas dos frases en pareja y fortalecer la comunicación honesta y emocional
El "Siempre" y el "Nunca" son palabras que más allá de conectar alejan a las parejas y pueden llevar una plática a una discusión. / Wavebreakmedia
¿Alguna vez te has encontrado diciendo “¡siempre haces lo mismo!” o “¡nunca me escuchas!”, durante una discusión con tu pareja? Si tu respuesta es sí, tranqui, no eres la única. Estas palabras ‘siempre’ y ‘nunca’ son trampas comunes en la comunicación de pareja que pueden alejarnos en lugar de acercarnos.
En El Brunch, exploramos por qué usamos estas palabras en nuestras relaciones, cómo afectan la comunicación y cómo reemplazarlas para crear conversaciones más sanas y efectivas.
Estas palabras, aunque comunes, tienen un efecto poderoso: pueden cerrar la comunicación, generar defensa y hacer que nos alejemos de la persona que queremos. Pero, como nos explicó Marión Cortina, creativa y directora de Luan, museo emocional, hay formas de reemplazarlas y transformar las discusiones en conversaciones sanas.
La trampa de “siempre” y “nunca” en las discusiones de pareja
Todos hemos escuchado o dicho frases como:
• “¡Nunca me escuchas!”
• “¡Siempre estás de malas!”
• “¡Nunca me tomas en cuenta!”
El problema es que estas palabras generalizan y asumen, por lo cual la conducta negativa es constante. Esto activa el modo defensivo de tu pareja y puede desencadenar discusiones sin fin. Además, esas frases son ofensivas y nos desconectan emocionalmente en lugar de acercarnos.
Cómo comunicarte sin herir
Marión nos compartió algunos tips para tener una comunicación honesta y efectiva en pareja:
- Habla desde tus emociones:
En lugar de atacar, di: “Me sentí ignorada cuando estábamos con tus amigos”. Esto evita culpar y permite que la otra persona valide tu emoción.
- Sé específico y reciente:
No uses ejemplos de hace meses o años. Lo importante es hablar de lo que pasó recientemente, por ejemplo: “Últimamente he sentido que estamos un poco distanciados”.
- Evita generalizar con “siempre” o “nunca”:
En lugar de “nunca me apoyas”, prueba con: “Me habría gustado que me acompañaras al evento”. Esto abre la posibilidad de diálogo en lugar de cerrar la conversación.
- Valora la honestidad:
Si tu pareja comparte algo difícil, como deseos o sentimientos incómodos, reconoce la valentía que implica abrirse. Esto fortalece la confianza y la conexión emocional.
- Autoconocimiento e inteligencia emocional:
Para comunicarte de manera efectiva necesitas conocer tus emociones, gestionar tus reacciones y ser empático con tu pareja. Esto evita herir y favorece la escucha activa.
Usar “siempre” y “nunca” es natural, pero estas palabras pueden alejar más que acercar. La clave está en hablar de tus emociones, ser específico, validar a tu pareja y asumir la responsabilidad de tus sentimientos y acciones. Con práctica, autoconocimiento y un poco de valentía, puedes transformar las discusiones en conversaciones que conecten de verdad.
Porque en el amor, escuchar y expresar lo que sentimos sin atacar es la mejor forma de acercarnos.