Higgsfield Records: La disquera que busca estrellas de K-Pop sin talento, solo con una cara bonita

Acorde a una publicación de la Revista Rolling Stone en India, la startup de inteligencia artificial Higgsfield, con sede en San Francisco, ha sacudido la industria musical con el anuncio de Higgsfield Records, un proyecto que autodenominan la "primera disquera de IA del mundo". Esta nueva empresa hace su debut con Kion, un ídolo de K-Pop creado enteramente por inteligencia artificial, presentado a través de un video musical y clips promocionales que ya circulan en las plataformas de la compañía. La propuesta es tan directa como controvertida: se invita a cualquier persona interesada en convertirse en un ídolo de IA a postularse, pidiéndoles que hagan un “quote-tweet” del anuncio y llenen un formulario.

El lanzamiento se produce en un momento de gran debate en el panorama musical, donde la IA se abre paso entre aplausos y fuertes críticas. Sin embargo, lo que ha generado mayor controversia no es la tecnología en sí, sino el lema de la disquera: “Ya no necesitas talento. Tu cara es suficiente”. Esta declaración a resonado de forma negativa, ya que subestima las habilidades que son la esencia de la cultura musical: la composición, la interpretación y la capacidad de conectar emocionalmente con el público. La visión de Higgsfield de reducir el estrellato a una mera cuestión de apariencia digital representa una devaluación del arte que muchos consideran preocupante.

¿Quién está detrás de esta nueva disquera?

Higgsfield AI, la empresa matriz detrás de esta iniciativa, fue fundada por Alex Mashrabov, exlíder de IA generativa en Snap. La compañía consiguió una inversión inicial de 8 millones de dólares en abril de 2024, liderada por Menlo Ventures, con el objetivo de desarrollar herramientas de video para dispositivos móviles centradas en la experiencia humana. Su arsenal tecnológico actual incluye herramientas como Soul/Soul ID para crear dobles digitales consistentes y Talking Avatars que permiten la sincronización labial y de movimientos.

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El precedente de los ídolos virtuales

Aunque Higgsfield se promociona como pionera, la realidad es que el concepto de ídolos virtuales no es nuevo. En Corea del Sur, proyectos como Mave: y Eternity, lanzados en 2021, ya habían utilizado la IA para crear y lanzar música con artistas completamente digitales. Un ejemplo destacado es el de Plave, un grupo híbrido donde cantantes humanos interpretan a través de avatares animados. Este modelo ha demostrado ser exitoso, llevando al grupo a posicionarse en las listas de popularidad, agotar entradas en conciertos y construir una base de fans leal. Incluso el productor Timbaland incursionó en este campo en junio de 2025 con Stage Zero, presentando a su propio “artista” de IA, TaTa.

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La delgada línea entre herramienta y reemplazo

Lo que distingue a Higgsfield de sus predecesores es su enfoque. Mientras que Mave: destaca la labor de productores humanos en la creación de las interpretaciones vocales y Plave reconoce a los cantantes detrás de sus avatares, la propuesta de Higgsfield parece relegar el talento humano a un segundo plano. Este enfoque es lo que ha generado debate: ¿la tecnología debe ser una herramienta para potenciar la creatividad humana o un atajo que la elimina por completo? La respuesta a esta pregunta podría determinar si la IA se convierte en un recurso valioso para el arte o en un factor que erosiona la conexión entre los artistas y su audiencia.