Harry Potter y La Piedra Filosofal: Sus dos versiones en los libros provocaron cambios en la película

La franquicia que comenzó el mundo mágico hace 24 años tiene 2 versiones, con escenas muy similares, pero con una gran diferencia

Gareth Davies

En noviembre de 2001, Harry Potter, el best seller de J.K Rowling llegó a los cines con su primera y única adaptación cinematográfica hasta el momento, creando una base de fanáticos que hasta el día de hoy siguen revisitando la saga de películas, convirtiéndola en un hito popular de alcance global.

Sin embargo, algo que muchos no saben, es que la primera película de la saga tiene 2 versiones distintas, que a pesar de ser sumamente similares, contienen una pequeña gran diferencia.

Este detalle se remonta unos años atrás, cuando Harry Potter fue publicado por primera vez. Durante junio de 1997, Harry Potter and the Philosopher 's Stone, título que hace referencia a la sustancia legendaria de la alquimia, llegó a las estanterías del Reino Unido, provocando un éxito instantáneo, logrando así su publicación en un mercado más amplio, es decir, Estados Unidos.

Al momento de publicar la historia de Rowling para el mercado estadounidense, se toparon con una nueva problemática, y es que se consideró que, el título al que hacía referencia el libro podría llegar a ser confuso o poco interesante para las audiencias jóvenes, por lo que se optó por un cambio sutil al título de la novela, pasando de ser Harry Potter and the Philosopher’s Stone a Harry Potter and the Sorcerer’s Stone, ya que creían que este nuevo título podría atraer a más audiencia y no caer en cualquier confusión, sabiendo que no todo su público sabría a qué termino hacía referencia el título original.

Este cambio, también se trasladó a la adaptación cinematográfica que dio inicio a toda la franquicia. Para el momento en que Chris Columbus, director de las primeras dos películas de Harry Potter, comenzó el rodaje de la primera película, él y su equipo de producción tomaron la decisión de grabar escenas extras, con diálogos modificados y algunos objetos distintos, para adaptarse a las necesidades de cada mercado. Por un lado, con una versión más fiel al estilo de vida inglés y del otro lado, una versión más cercana a su público estadounidense, y por supuesto, repitiendo la misma fórmula que con el libro, modificando el diálogo siempre que se hacía referencia a la piedra alquimista o modificando las expresiones inglesas y reemplazandolas con sus equivalentes norteamericanos.

Por supuesto, este cambio no solo representó un reto en la parte técnica, también fue un problema para los actores, al tener que repetir muchas escenas solo para cambiar una palabra del guión y dejar una perfecta sincronía con el resto de la adaptación. Asimismo, estos cambios no solo fueron parte de la novela y de la película, extendiéndose así a la mercancía de la película, videojuegos y productos licenciados.

El caso de Harry Potter y la piedra filosofal no ha sido el único que ha hecho todo un esfuerzo técnico y de mercadotecnia para un mercado específico, recordando que también ha pasado en otros tipos de entretenimiento. Un caso similar fue el de The Beatles cuando llegaron a suelo americano, readaptando parte de sus letras por unas más cercanas y reconocibles para el mercado estadounidense, ayudando a mejorar sus ventas y su creciente popularidad en tierras norteamericanas.