¿Por qué terminamos pareciéndonos a nuestras parejas? Se trata del efecto camaleón
¿Alguna vez te dijeron que te pareces a tu pareja? Te decimos cómo mantener tu identidad cuando empiezas a mimetizarte con tu pareja.

Sientes que te estás mimetizando con tu pareja, es más común de lo que crees y tal vez ni te has dado cuenta. / Deagreez
Seguro te ha pasado: empiezas a salir con alguien y de pronto ya usas las mismas frases que él, te ríes igual, te descubres escuchando la música que juraste que nunca pondrías en tu playlist o incluso empiezas a compartir el mismo estilo para vestir. Esto tiene un nombre, estás viviendo lo que la psicología llama efecto camaleón.
En El Brunch platicamos con Natalia Pérez, psicóloga y terapeuta, para entender por qué nos mimetizamos con nuestras parejas y qué tan bueno o malo puede ser.
¿Qué es el efecto camaleón?
El efecto camaleón es un fenómeno de la psicología social donde, sin darnos cuenta, copiamos gestos, actitudes, formas de hablar o incluso gustos de la persona con la que pasamos más tiempo. Y sí, en el amor pasa muchísimo: 6 de cada 10 parejas adoptan hábitos similares en los primeros seis meses de relación.
Esto sucede gracias a nuestras neuronas espejo, que son las responsables de que bosteces cuando alguien más lo hace o que te rías porque tu amiga no para de reír. Básicamente, ayudan a generar empatía y conexión… algo que, en pareja, se siente como una conexión.
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¿Por qué queremos parecernos a nuestra pareja?
Natalia nos explicó que tiene un origen muy primitivo: desde nuestros antepasados, imitar a los demás nos aseguraba pertenecer al grupo y, por ende, sobrevivir y en nuestro cerebro sigue funcionando así: adaptarnos al otro nos hace sentir seguros, queridos y conectados.
Además, la ciencia respalda esto: un estudio de la Universidad de Michigan (1987) analizó fotos de parejas y encontró que, con los años, ¡muchas terminan pareciéndose físicamente! Todo gracias a que compartimos expresiones y hasta entrenamos los mismos músculos faciales con las emociones que vivimos juntas.
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¿Es bueno o malo mimetizarnos con nuestra pareja?
La respuesta corta: depende.
No hay una respuesta extrema para determinar si es correcto o no el camaleonizarnos con nuestro ser amado, más bien la respuesta es: depende.
Lo bueno:
- Aumenta la empatía.
- Fortalece la complicidad.
- Mejora la comunicación.
- Nos abre a nuevos gustos, experiencias y mundos.
Lo malo:
- Cuando dejamos de lado nuestros propios gustos, amistades y hasta familia.
- Cuando nos despersonalizamos tanto que, al terminar la relación, no sabemos quiénes somos ni qué nos gusta realmente.
Como dice Natalia Pérez, una cosa es compartir, otra perderte en el “nosotros”.
Señales de alerta
Estas son algunas de las situaciones en las que debes prestar atención:
- Ya no ves a tus amigos porque solo convives con los suyos.
- Dejaste de escuchar tu música favorita porque adoptaste la de él/ella.
- Tomas decisiones basadas en lo que quiere tu pareja, no en lo que quieres tú.
En esos casos, el efecto camaleón deja de ser lindo y puede convertirse en dependencia emocional.
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¿Cómo evitar perder tu identidad en pareja?
- Recuerda quién eres: hazte la pregunta “¿qué me gusta a mí?”.
- Mantén tu espacio personal: amigos, hobbies y rutinas propias.
- Practica el “yo, tú y nosotros”: la relación debe tener espacio para las tres esferas.
- Cuida tu autoestima: entre más sólida sea, menos te perderás en el otro.
- Terapia siempre es opción: si sientes que te despersonalizaste, es momento de volver a ti.
El efecto camaleón no es malo como tal. De hecho, puede fortalecer tu relación y hacerla más divertida. Pero la clave está en equilibrar, adoptando algunas cosas de tu pareja, pero sin olvidar lo que te hace única. Porque al final, lo más atractivo es tener tu propia identidad y compartirla con alguien más, no disolverla en él o ella.


