Sonic Racing: Crossworlds, análisis de una la novedosa apuesta estilo arcade que se aleja de manera inteligente de la franquicia de Mario Kart
¿Se acabo la sequía de juegos de carreras? Analizamos la tercera entrega de la saga de Sonic con su mecánica Crossworlds y su nivel de personalización

Creo que todos podemos estar de acuerdo en que hay una sequía de juegos de carreras estilo arcade. Desde que Mario Kart llegó con la corona parece que todo mundo es renuente a querer hacer un juego de carreras con poderes. Es por eso por lo que celebramos que las series de Crash Bandicoot Racing y Sonic Racing existan.
Esta última va por su tercera entrega, ya que Sonic Racing: Crossworlds acaba de lanzarse con la promesa de que jugaremos contra todos los personajes del mundo de Sonic (y otras caras un tanto extrañas) mientras nos transportamos de una pista a otra con su nueva mecánica Crossworlds.
Esta mecánica consiste en correr una vuelta en una pista, para luego transportarnos a otra durante la segunda y luego regresar a la pista original para el final de la carrera. Esto le da mucha variedad a cada competición, ya que siempre corres esa segunda vuelta en casi cualquier pista del juego.
Pero bueno, además de esta novedad ¿que ofrece Sonic Racing Crossworlds para un aficionado de las carreras tipo arcade? Creo que para responder esto tenemos que quitarnos la espinita primero. No, esto no es Mario Kart World. Si algo puedo aplaudir del juego del erizo azul es que se siente distintivamente diferente, tanto en cómo se maneja, como en las pistas, así como los poderes que consigues. Ya si te parece mejor o peor que la competencia creo que será una preferencia personal.
Las carreras en sí se sienten bien, sobre todo en dificultades más altas en donde esa diferencia de velocidad es aparente. Se ve que las pistas se diseñaron con cierta velocidad en adelante en mente y derrapar por todas las curvas mientras acumulas boost es una parte fundamental del juego. Hay un énfasis en correr, y correr bien ya que, aunque sí hay ítems y si afectan la carrera, el ritmo y cantidad que te dan es mucho más reducido, haciendo que su uso sea en puntos cruciales más que solo lanzar todo lo que te venga a las manos en cuanto aparece. Eso hace que te concentres más en agarrar curvas de forma correcta y recolectes anillos, que invariablemente tendrán un efecto mayor en tu desempeño que solo usar los ítems. Hasta chocar contra una pared es penalizado quitándote anillos.


Lo que sí me gustaría es que los autos tuvieran más física. Todo se siente muy liviano, como si los coches no tuvieran peso. Los coches no reaccionan al boost de inicio ni con un caballito ni nada. Eso les resta impacto a las animaciones y a correr en general. Es una lástima ya que en papel el juego corre muy bien y la sensación de velocidad es buena.
En estas pistas estarás corriendo con coches, camiones y patinetas que te ofrecen un nivel de personalización muy profundo, y mientras más juegas más desbloqueas y te vas dando cuenta el nivel al que puede llegar. Primero, puedes hacer tus propios coches con partes preseleccionadas que vas comprando con tickets que te dan al correr. Cada parte tiene sus propios pros y contras que podrás observar en un pequeño menú de puntajes entonces es muy claro cuanto te dan de velocidad máxima, de aceleración, poder, maniobrabilidad y turbo. Ya que estás contento con tu máquina puedes personalizar su color y hasta ponerle estampas.
Pero eso no es todo, ya que además hay una placa en la cual puedes colocar diferentes poderes o ventajas para darte un empujón en las carreras. Aquí es donde cada uno termina de amarrar su “build” y se abren aún más las posibilidades de personalizar tu corredor. Cosas como poder robar anillos al chocar, tener un boost ligero a tu velocidad máxima, poder girar para dar golpes a tus rivales o poder cambiar el orden de tus items. Hay muchísimas opciones, cada una ocupando diferentes espacios en tu placa, lo que te da un límite a cuántos puedes utilizar. Podrías usar un poder que ocupa tres espacios, uno de dos y uno de uno para así llenar los seis disponibles, solo usar seis poderes más chiquitos de un espacio cada uno, todo depende de cómo quieras correr y mientras más corres más poderes tendrás, lo que me lleva al siguiente punto.


La progresión
Fue una grata sorpresa ver como siempre puedes estar trabajando hacia algo en Sonic Racing: Crossworlds. Desde ir liberando espacios en tu placa para poder colocar más a poderes, a comprar piezas de auto nuevas, ganar más copas para desbloquear las dos últimas y por último, vencer a todos los rivales. Aquí no solo corres para tener el primer lugar, sino que en cada copa tienes un personaje rival a vencer, el cual va subiendo de dificultad conforme los vas derrotando. El juego incluido te da la oportunidad de subir el nivel de tu rival aún más si crees que es demasiado fácil y créeme, ese rival va por ti y no te va a dar un segundo de tregua, le da un ambiente muy competitivo a solo jugar por ti mismo.
En términos de modos de juegos Sonic Racing: Crossworlds se vio muy conservador. Puedes correr en Grand Prix, en donde hay siete copas (más dos copas DLC que solo se ven ahí en gris con un candadito). Hay cuatro dificultades más el modo espejo y en cada dificultad tendrás que sacar la copa del primer lugar. De hecho, tendrás que ganar varias copas para solo desbloquear las últimas dos y luego para sacar la dificultad más alta. También hay modo contrarreloj y otro modo multijugador más relajado.


En el modo Grand Prix hay opciones para hasta cuatro jugadores, pero, curiosamente, jugar con pantalla dividida hace que el nivel de detalle de ciertas pistas sea abrumador, causando que a veces no puedas leer bien lo que está en pantalla así que es preferible jugar en línea si puedes. De hecho, el juego cuenta con Crossplay en todas las plataformas.
A nivel visual el juego es cumplidor a secas. Los personajes se ven tan bien como siempre, los diseños de los autos son variados y las pistas se ven bonitas, excepto como dos que tienen un nivel de color tan saturado que es difícil ver a dónde vas.
Y por último en cuanto a sonido la verdad es que el juego podría tener un mejor trabajo reflejando la velocidad de los autos y el impacto de los poderes. Si eres fan de la serie de Sonic probablemente reconocerás varios de los temas en varias pistas.


Conclusión
Si te hace falta u juego de carreras arcade, Sonic Racing Crossworlds es una excelente opción que tiene mucho que ofrecer si te das el tiempo de jugarlo. Tal vez no se sienta como el mejor juego de carreras que has jugado pero lo que hay es más que suficiente para ofrecer una experiencia distintiva, competitiva y muy personalizable, además de que te varios retos por conquistar.
Calificación 7
Por Carlos Izcoa
Publirrelacionista con especial énfasis en la industria de videojuegos con más de 9 años de experiencia. Ha trabajado con empresas de tecnología mundiales, como HONOR, The Pokémon Company, Twitch, OnePlus, Square Enix, Bandai Namco y Activision Blizzard desarrollando sus estrategias de comunicación y campañas de lanzamiento.

Vladimir Arteaga Figueroa
Especialista de tendencias, lifestyle, Inteligencia Artificial, tecnología y videojuegos en Radiopolis...


