'¿Con quién se queda el perro?' La verdadera y triste historia detrás de este éxito de Jesse y Joy; no es lo que pensábamos
Descubre la historia detrás del himno que nos ha enseñado a soltar los amores tóxicos.

El documental de Jesse y Joy, ‘Lo que nunca dijimos’, nos ha abierto los ojos ante la verdad detrás de su música, y de una manera triste y dramática, nos dejó ver que estaba lejos de lo que creíamos. Aquellas letras y melodías que dedicamos a algún ex amor, están más bien dirigidas a una relación fraternal, inspirada en traumas familiares.
Padre e hija
En uno de los episodios, Joy revela que la relación con su padre fue por demás traumática. Durante su infancia estuvo sometida por el carácter autoritario de su padre, a quién ella misma describe como alguien que le gustaba el poder.
Como líder de una Iglesia, su papá ponía en ellos una gran presión, una responsabilidad que no supieron cargar y que nunca terminaron de entender, ocasionando daño y mucho dolor. Heridas que a pesar del tiempo, aún siguen sanando.


La relación llegó a ser tan tortuosa para Joy que la única manera de liberarse de ella, fue irse de casa. Pero en el proceso, perdió mucho más que un techo.
La historia detrás de ¿Con quién se queda el perro?
En el documental, ella confiesa que, durante sus veintes, el control que su padre ejercía sobre su vida pesaba más de lo que parecía. No era normal, lo sabe ahora, pero entonces lo soportaba por respeto, por amor, por esa figura paterna que aún no se le caía del pedestal.
Todo cambió el día en que descubrió la doble vida de él. Al enterarse de las infidelidades, el respeto se quebró como un cristal, y con él se desmoronó el lazo que la ataba a su hogar.
“Lo hecho, hecho está, y la verdad, hicimos mucho daño. No busco a quién culpar, ¿ya para qué?”
El día que decidió dejar la casa que la vio crecer, no lo hizo huyendo, sino eligiendo: quería una vida escrita con su propia letra.


Pero incluso en ese último momento, su padre no le permitió irse en paz. Le negó llevarse a su perrita, su refugio silencioso, su consuelo en las noches más oscuras. Joy tuvo que dejarla atrás con un dolor insuperable. Meses después, recibió la noticia de que había muerto.
“Si tú te vas y yo me voy, esto ya es en serio. Si tú te vas y yo me voy, ¿con quién se queda el perro?”
Hasta el día de hoy, la acompaña la culpa, ese remordimiento punzante de haber dejado atrás a su mejor amiga. Aun así, en aquel momento, irse era lo único que podía hacer. Porque quedarse hubiera sido traicionarse a sí misma.
La canción que terminó por convertirse en un himno del pop en español, refugio y bandera para quienes han escapado de amores que duelen; nació, en realidad, de una herida más profunda: la huida de Joy de su propio hogar. Y la verdad que la inspira es aún más desgarradora.
Como esta canción, todo el disco ¿Con quién se queda el perro? es un testimonio íntimo de ese duelo: el adiós a su familia, la pérdida de una realidad que hasta entonces era su todo. Cada nota, cada verso, lleva la memoria de lo que fue, y el eco de lo que tuvo que dejar atrás.
“Di lo que podía, pero a media puerta se quedó mi corazón” - ¡Corre!

Areli Segura
Soy redactora experta en música y entretenimiento para Los40 y La KeBuena. Mi background en Comunicación...


