Lost Soul Aside, análisis de un diamante en bruto que destella a ratos

Tras casi una década de desarrollo, Lost Soul Aside finalmente emerge de las sombras de sus ambiciosos orígenes. Lo que comenzó en 2014 como el sueño de un solo desarrollador ha evolucionado en la más reciente vitrina de acción para PlayStation 5, firmada por Ultizero Games y publicada bajo el ala de Sony.

El resultado es un caso fascinante: un proyecto cargado de pasión y talento que, sin embargo, tropieza con los límites de su propio diseño. Porque cuando su sistema de combate fluye, y logras alternar armas con precisión quirúrgica, Lost Soul Aside brilla con una intensidad que deja ver el juego verdaderamente especial que pudo ser.

Una historia atrapada en clichés

Por desgracia, la narrativa no está a la altura de su ambición técnica. En esta entrega juegas con Kaser, un guerrero cuya hermana, Louisa, es secuestrada por unas entidades interdimensionales llamadas Voidrax durante una rebelión contra el Imperio opresor.

Si has visto algún anime o jugado un JRPG en los últimos veinte años, ya sabes hacia dónde va esto. Lost Soul Aside recurre a todos los estereotipos: el grupo de resistencia improvisado, el mal ancestral que despierta tras mil años y los discursos sobre el destino.

El problema no es solo la familiaridad del guion, sino su ritmo: el juego abusa de la exposición mediante documentos dispersos y monólogos extensos, lo que termina por lastrar la aventura.

El combate: el verdadero corazón del juego.

Bajo ese cúmulo de clichés narrativos se oculta su mayor fortaleza. El combate de Lost Soul Aside combina la agresividad estilizada de Devil May Cry con la espectacularidad táctica de Final Fantasy XV.

El sistema permite alternar entre cuatro armas en tiempo real: La Espada ágil que es rápida y precisa, la gran espada que es lenta pero demoledora, la lanza doble ideal para mantener distancia a los enemigos y finalmente la guadaña perfecta para controlar multitudes.

Cuando llenas la barra de energía puedes activar la Fusión de Energía con R2 y L2, potenciando todos tus ataques durante unos segundos. Es un sistema que premia la creatividad, el timing y la fluidez: cambiar de arma en pleno combo, esquivar al momento milímetro exacto o ejecutar una parada perfecta resulta profundamente satisfactorio.

Arena: el dragón que añade estrategia

Arena, tu compañero dragón, añade una capa táctica al combate. Puede generar escudos, curarte o desatar ataques de área devastadores. Las peleas se transforman así en una danza entre agresión y control, donde cada movimiento bien sincronizado eleva el espectáculo. Romper la postura de un enemigo y ejecutar un final sincronizado es uno de los momentos más gratificantes que ofrece el juego.

Jefes: entre la gloria y la frustración

Las batallas contra jefes son el punto más alto… y también el más frustrante del juego.

Cuando todo encaja, enfrentamientos como los de la Reina Rosa o el Comandante Victor muestran el sistema de combate en su máximo esplendor: una mezcla perfecta de reflejos, estrategia y espectáculo visual.

No obstante, la dificultad tiende a caer en el exceso. Muchos jefes poseen múltiples barras de vida, lo que alarga las peleas absurdamente. Además, el uso frecuente de hyper armor, que hace inmunes a los enemigos durante ataques, rompe el ritmo y limita la experimentación con combos más vistosos.

Progresión y personalización

El sistema de progresión es funcional, aunque conservador. Se basa en un árbol de habilidades dividido entre las técnicas de Kaser y los poderes de Arena. Destacan ataques como Phantom Slash o Shadow Rend, junto a habilidades de soporte como Explosión de Cristal o Garras de Arena.

Lo más interesante es el sistema de accesorios de armas, modificadores estéticos y mecánicos que actúan como encantamientos o chips de mejora. Algunos aumentan el daño o añaden efectos elementales, mientras otros mejoran la curación o el tiempo de recuperación. Además, alteran la apariencia de las armas, lo que encantará a quienes valoran la personalización visual.

Duración y modos de juego

Lost Soul Aside se divide en un prólogo y cuatro capítulos principales, con una duración promedio de 15 a 20 horas, dependiendo del estilo de juego. Una vez terminado, se desbloquean los modos Difícil y Pesadilla, junto a un Nuevo Juego+ que conserva tus habilidades, equipamiento y mejoras.

Las Dimensiones Dispersas —arenas de combate con desafíos específicos— y el modo Boss Rush añaden rejugabilidad, aunque el conjunto sigue siendo una experiencia esencialmente lineal.

Apartado técnico: sólido, aunque con tropiezos

En lo técnico, Lost Soul Aside sorprende por su estabilidad. En PlayStation 5, el modo Rendimiento mantiene una tasa de cuadros constante, incluso en los combates más caóticos.

Sin embargo, las transiciones entre cinemáticas y batallas pueden sentirse bruscas, y la imposibilidad de reconfigurar los controles resulta una omisión molesta en un título tan enfocado en la acción.

Arte y sonido: belleza visual, mezcla irregular

Visualmente, el juego es impresionante. La dirección artística bebe claramente de Final Fantasy, con personajes bien diseñados, escenarios oníricos y jefes de escala colosal. Los mundos dimensionales ofrecen variedad, aunque la limitada exploración deja una sensación de desaprovechamiento.

En el terreno sonoro, la calidad es irregular: los efectos de combate son contundentes, pero la mezcla de audio carece de equilibrio. La música orquestal ofrece momentos memorables, aunque se interrumpe con brusquedad. Las voces en inglés oscilan entre lo aceptable y lo incómodo, restando impacto emocional a la narrativa.

Conclusion

Lost Soul Aside es un proyecto apasionado que brilla intensamente… pero de forma intermitente. Cuando su combate cinematográfico fluye, es una experiencia emocionante y espectacular; cuando su narrativa toma el control, el juego se hunde en lo predecible.

Aun con sus defectos, sigue siendo una propuesta valiosa para quienes aman la acción estilizada. Es un diamante en bruto: imperfecto, brillante por momentos y con un potencial que, aunque no se cumple del todo, deja una huella.

Calificación: 7

Por Paulo Aguilera

Diseñador Gráfico especializado en publicidad y creación de contenido gráfico para redes sociales. Tiene especial afinidad por la tecnología y los videojuegos, cuenta con más de 7 años de experiencia en el mundo del cosplay, ya que ha trabajado en diversas convenciones de la mano de los principales talentos de este gremio.

Titulado por la Universidad del Valle de México. Ha trabajado para Pfizer México en pautas de comunicación interna y redes sociales, Forever México llevando a cargo la coordinación y estrategia de su comunicación de redes sociales y en Walmart de México y Centroamérica coordinando y ejecutando medios impresos de tecnología.