La generación Z redefine el amor: Auge del poliamor desafía la tradición

La manera en que la juventud mexicana concibe las relaciones íntimas está experimentando una profunda y silenciosa transformación. La generación Z ha iniciado una revolución afectiva y sexual que desafía el cimiento del paradigma romántico tradicional en el país: la monogamia. Este cambio, marcado por una mentalidad más abierta y progresista, sugiere que el concepto de la exclusividad sexo-afectiva ya no es el único camino hacia la plenitud para una parte significativa de los menores de 25 años.

Un estudio reciente sobre "No monogamia en Latinoamérica", realizado por Gleeden, la aplicación de citas para relaciones no monógamas, ilumina esta tendencia. Los resultados son contundentes: el 83% de los mexicanos percibe que los jóvenes de la Generación Z tienen una mayor apertura hacia la diversidad en sus vínculos. Este fenómeno no es una moda pasajera, sino el reflejo de profundos cambios sociales y culturales.

¿Qué motiva a la Gen Z a rechazar el modelo tradicional?

El auge de la no monogamia en México se sustenta en el escepticismo de los jóvenes sobre la rigidez del constructo social que históricamente ha validado solo una forma de relación. Para la Generación Z, la monogamia tradicional es vista como un modelo limitante que no logra satisfacer la complejidad de los deseos y necesidades humanas. Por ello, buscan estructuras que se adapten a su realidad y no al revés.

La tecnología, y particularmente el acceso a internet y las redes sociales, juega un rol crucial. Esta generación ha estado expuesta a una vasta gama de estilos de vida y filosofías relacionales a escala global, normalizando alternativas que antes eran tabú. Plataformas como Gleeden han facilitado la conexión de personas con estas mismas inquietudes, impulsando la discusión y la práctica.

¿Qué modelos de relación están explorando los jóvenes?

La encuesta de Gleeden confirma que México se posiciona como uno de los países más abiertos a la no monogamia en América Latina dentro de este grupo de edad. Específicamente, el 59% de los jóvenes mexicanos de la Gen Z está dispuesto a considerar una relación no monógama.

Los modelos más explorados son el poliamor y las relaciones abiertas. Sin embargo, también hay quienes se inclinan por conceptos más radicales, como la anarquía relacional, que rechaza toda jerarquía preestablecida entre los vínculos. Estos modelos exigen un énfasis en la libertad personal y, paradójicamente, una comunicación más transparente que en la "monogamia por defecto", con negociaciones claras sobre límites, deseos y expectativas mutuas.

¿Cuál es el impacto de este cambio cultural?

Este movimiento está siendo impulsado de manera notable por el empoderamiento femenino. Las mujeres jóvenes están jugando un papel de liderazgo en el desmantelamiento de roles de género tradicionales, redefiniendo la sexualidad y las expectativas de pareja.

Como señala Silvia Rubies, directora de comunicación de Gleeden Latam, aunque la monogamia sigue siendo la estructura dominante, esta nueva apertura en los jóvenes mexicanos está sentando las bases para un futuro de diversidad relacional mucho más aceptada. La Gen Z está demostrando que la libertad y el amor no deben ser mutuamente excluyentes, abriendo la puerta a un panorama afectivo más plural y adaptado a la identidad individual.