El lado oscuro del boom del matcha: Escasez, falsificaciones y lo que realmente estás bebiendo
La fiebre mundial por el té verde japonés ha desatado una crisis de suministro y una ola de productos fraudulentos que desafían a la tradición milenaria

Hay una realidad de la que pocos hablan. Tanto The New York Times, como el creador de contenido Carlos Bello (soymirrey) son de los que han publicado sobre el tema: la realidad por la que atraviesa ahora el matcha. Vale la pena reflexionar lo que está pasando detrás de esta milenaria bebida.
Acorte al texto del medio estadounidense, durante cuatro siglos, Japón construyó una tradición alrededor del matcha basada en cuatro principios fundamentales: armonía, respeto, pureza y tranquilidad. Sin embargo, bastaron solo unos pocos años de una locura mundial por este producto para poner esos valores patas arriba. Lo que antes se consumía principalmente en ceremonias de té formales, hoy se mezcla en lattes afrutados y es presa fácil de los falsificadores.
Como periodista que le ha dado varias vueltas al mundo viendo los distintos estilos de vida por más de una década, he visto modas ir y venir, pero la situación actual del matcha se describe mejor con las palabras de un distribuidor de té: "Es como el salvaje oeste".
¿Por qué el mercado está inundado de imitaciones?
La realidad es que las empresas japonesas de gran respeto están en guerra contra decenas de vendedores que revenden su matcha a precios inflados en plataformas como Amazon y Facebook Marketplace. Pero el problema va más allá del sobreprecio: otros están vendiendo el equivalente en té a bolsos Chanel falsos de 45 dólares.
Acorde al mismo texto que cito al inicio, estos paquetes falsificados a menudo contienen productos de tercera categoría o simplemente té ordinario molido hasta convertirse en un polvo amarillo opaco. Marukyu Koyamaen, una firma fundada en 1704 lleva ocho años luchando en los tribunales contra estos estafadores para proteger su reputación. Para el consumidor, esto significa que ese "matcha premium" que compraste en línea podría ser simplemente polvo de té verde de baja calidad.


¿Qué te están sirviendo realmente en tu cafetería favorita?
Si eres fanático de los lattes verdes, es importante que sepas que el etiquetado del matcha es un terreno casi sin regulación. Esto facilita que operadores poco escrupulosos hagan pasar productos de segunda y tercera categoría como artículos premium. Incluso el término "grado ceremonial", ampliamente utilizado fuera de Japón, es una invención de los especialistas en marketing estadounidenses sin una definición formal. De hecho, como bien evidencia mi querido amigo Carlos Bello, al cual le agradecemos permitirnos sus videos, muchas veces una bebida de 57 pesos no dista mucho de una de las más caras.
Para satisfacer la demanda masiva, han surgido prácticas poco tradicionales que horrorizan a los puristas:
- El uso de "Batcha": Concentrados preparados en lotes grandes para agilizar el servicio.
- Saborizantes extraños: Desde pan de plátano hasta mezclas con proteínas que alejan al producto de su origen.
- Nuevos orígenes: Aunque históricamente es japonés, ahora se vende polvo bajo este nombre fabricado en Australia, Kenia y otros países.
El crecimiento es innegable. Las ventas minoristas de matcha en Estados Unidos crecieron un 86% en los últimos tres años, y cadenas como Starbucks reportaron un aumento del 40% en sus ventas de matcha año tras año.
¿Puede la producción tradicional sobrevivir a su propia popularidad?
El verdadero cuello de botella es que el matcha, en su forma más preciada, es un producto de nicho que representa solo alrededor del 6% del té cultivado en Japón. El proceso es minucioso: el té se protege del sol durante semanas antes de ser recogido, cocido al vapor y molido entre piedras de granito.
La mayor escasez se encuentra en el "primer brote" de primavera, cuando las hojas son más dulces. Hannah Habes, fundadora de Matchaful, advierte que simplemente no hay suficiente de este té de primera cosecha para todos. Lo que termina en la mayoría de las bebidas masivas mezcladas con azúcar es matcha de segunda o tercera cosecha, que tiende a ser más amargo y astringente, típicamente etiquetado como "grado culinario".
Para expertos como Zach Mangan, fundador de Kettl, usar matcha de alta calidad en un latte es "como usar un Borgoña tinto para hacer sangría". Mientras lugares especializados intentan educar al consumidor sobre este producto artesanal, la realidad es que la demanda intensa ha creado un estrés enorme en los productores cuyo objetivo principal nunca fue la fama mundial, sino la calidad, siendo esta última, evidenciada por una realidad que Carlos Bello ha revelado por medio de sus videos.

Vladimir Arteaga Figueroa
Especialista de tendencias, lifestyle, Inteligencia Artificial, tecnología y videojuegos en Radiopolis...


