Adiós a las copas: Por qué la Generación Z está bebiendo un 20% menos que los Millennials
La búsqueda de la productividad y el bienestar mental impulsa a los jóvenes a preferir las bebidas sin alcohol y el control total de sus vidas
El panorama del entretenimiento nocturno y el estilo de vida está sufriendo una transformación radical. Lo que antes era el "rito de iniciación" estándar para cualquier joven —salir de fiesta y beber hasta el amanecer— hoy parece estar pasando de moda. Según datos recientes publicados en el portal de Fortune y diversos estudios de mercado, la Generación Z está consumiendo un 20% menos de alcohol por persona en comparación con los Millennials a su misma edad. No se trata solo de una fase pasajera, sino de un cambio estructural en las prioridades de quienes hoy tienen entre 18 y 27 años.
Esta tendencia, lejos de ser un simple desinterés, responde a una mentalidad mucho más pragmática y centrada en el rendimiento personal. Según el artículo para la Gen Z, la "cruda" o resaca no es solo un malestar físico, sino un obstáculo directo para sus ambiciones profesionales y su salud mental. En un mundo hipercompetitivo, el tiempo es el recurso más valioso, y perder un sábado o domingo por los efectos del alcohol es un precio que muchos ya no están dispuestos a pagar.
¿Por qué los jóvenes están abandonando el alcohol?
La principal razón no es la falta de presupuesto, sino una conciencia aguda sobre la salud integral. Un abrumador 86% de los consumidores de esta generación considera que su salud mental es tan importante como su salud física. El alcohol, tradicionalmente visto como un lubricante social, ahora es percibido por muchos como un agente de vulnerabilidad y ansiedad.
Además, existe el factor de la "huella digital". En la era de TikTok e Instagram, la pérdida de control que conlleva el exceso de bebida representa un riesgo reputacional. Los jóvenes prefieren mantener el control total de su imagen y sus acciones, evitando situaciones embarazosas que puedan ser grabadas y compartidas en redes sociales de forma permanente.
El vínculo entre la sobriedad y el éxito es un pilar fundamental para esta generación. Al reducir el consumo de alcohol, los beneficios son tangibles:
- Mejor calidad de sueño: Sin la interrupción del ciclo REM causada por el alcohol, la energía al día siguiente aumenta exponencialmente.
- Ahorro económico: Las bebidas no alcohólicas o alternativas suelen ser más amigables con el bolsillo.
- Claridad mental: La ausencia de niebla mental permite un mejor desempeño en estudios y trabajos remotos.
- Socialización consciente: Se priorizan las conexiones reales y las conversaciones profundas sobre el ruido de los bares saturados.
Este enfoque ha dado lugar al movimiento "Sober Curious" (sobrio por curiosidad), donde el objetivo no es necesariamente la abstinencia total, sino el consumo consciente y moderado que no interfiera con los objetivos de vida.
¿Cuál es el futuro de la industria de la bebida?
La industria de las bebidas ha tenido que pivotar rápidamente ante este cambio de paradigma. Ya no basta con ofrecer una soda como alternativa; ahora el mercado exige cócteles sofisticados sin alcohol (mocktails), cervezas 0.0 de alta calidad y bebidas funcionales que incluyen adaptógenos o nootrópicos para relajar sin nublar la mente.
Los eventos sociales también están evolucionando. Estamos viendo el auge de los "bares sobrios" y experiencias de estilo de vida que se centran en el bienestar, el ejercicio y la creatividad, dejando de lado la barra libre. Para la Generación Z, el verdadero lujo no es beber la botella más cara, sino despertarse el lunes por la mañana sintiéndose al 100% para conquistar sus metas.
Vladimir Arteaga Figueroa
Especialista de tendencias, lifestyle, Inteligencia Artificial, tecnología y videojuegos en Radiopolis...
