"Resulta
curioso que se vete la canción en un país donde el merengue tiene letras
fuertes de verdad", comentaba el representante de Juanes, Fernán Martínez.
"El humor y el doble sentido es la base de la música popular colombiana
llamada guasca. No hay nada malo en el tema, que de paso, es un éxito
mundial".
República
Dominicana, contra los que atentan contra la moral
Lo de
Juanes no es un hecho aislado en República Dominicana, un país en el que sus
dirigentes intentan controlar la moralidad de una población tradicionalmente
amante de las letras subiditas de tono. Vaya, que si se quiere bailar
reggaeton hay que hacerlo en privado.
El último
grupo en sufrir esa censura fue el estadounidense Aventura, ya que el
cantante Anthony Santos, durante una actuación en la capital del país, Santo
Domingo, simuló hacer el amor con una seguidora. |