Paul McCartney se entrega a más de 70 mil personas en México
'Son a toda madre', gritó Paul McCartney al público reunido en el Estadio Azteca.
Bajo el abrigo de la noche y cobijado por la ovación de 70 mil fanáticos, según organizadores, Sir Paul McCartney levantó a todos de sus lugares con sólo pisar el escenario ubicado en la cabecera sur del Estadio Azteca.
"Buenas noches México", dijo el ídolo británico, vestido con pantalón negro, camisa blanca y un saco azul rey, antes de tocar 'Magical Mystery Tour', de The Beatles, y 'Junior's Farm', de Wings.
Aunque McCartney inició su espectáculo 40 minutos después de la hora acordada, las 21:00 horas, la gente aún así pudo armar una fiesta gracias a que las cuatro pantallas del entablado exhibieron un collage conformado por distintas imágenes del cuarteto de Liverpool.
"Hola México. Buenas noches, chilangos", expresó el cantante antes de demostrarles su amor a sus fans con 'All my Loving' y proseguir con su discurso en español.
"Estamos muy contentos de volver. Trataré de hablar un poco de español esta noche y un poquito de inglés", prometió antes de seguir con 'Jet'.
"Los chilangos son maravillosos. Cantaremos por primera vez esta canción en la ciudad de México para ustedes", dijo McCartney, para sorprender a todos con 'The Night Before'.
Para la segunda parte del concierto de Sir Paul McCartney en el Estadio Azteca, el británico jugó con su instrumento, se despojó de su saco y viajó por el tiempo para brindarle a sus fans piezas clásicas suyas y ajenas como 'Foxy Lady', de Jimmy Hendrix, y 'Paperback Writer'.
"¿Saben algo? Esta es la guitarra original con la que grabé esta canción en los 60", dijo el músico, a modo de introducción, para finalizar tallándola en uno de sus amplificadores.
Después, el ídolo pasó a sentarse frente a un piano para seguir dándole felicidad a los asistentes con 'The Long and Winding Road', 'Nineteen Hundred and Eighty-Five' junto con 'My Valentine' y 'Maybe I'm Amazed', dedicadas a sus amores: Nancy y Linda.
De la nada, los fans ubicados en el área de pista sacaron globos rojos que sostuvieron durante la emblemática tanda de canciones.
En gradas y pista, luces de encendedores aparecieron cuando el artista tocó los primeros arpegios de 'And I Love Her' en su guitarra acústica.
"Son a toda madre", gritó Paul y de inmediato la gente le correspondió su frase con un "olé, olé, olé, Sir Paul, Sir Paul".
Ya sin su banda, el cantautor deleitó a la gente con 'Blackbird' y siguió haciéndola suspirar con 'Here Today', que dedicó a la memoria de John Lennon.
En 'Dance Tonight', ya con sus compañeros musicales, los fans siguieron el ritmo de la canción con sus encendedores, y su baterista, situado atrás de Sir Paul y abajo de la pantalla circular que sirvió de escenografía, bailó una coreografía.
"Eso de los encendedores es muy cool y la que sigue la hice especialmente para que sacaran su fuego", dijo McCartney, antes de regalar 'Every Night' y proseguir con 'Mrs. Vandebilt'.