Aprender un idioma puede ser igual de placentero que jugar o tener sexo
El placer, varía de persona a persona. De modo que no todo ocasiona el mismo goce y en la misma medida. Sin embargo, por repetición se asumen algunas experiencias como más placenteras que otras.
El placer, más allá de gustos generales, varía de persona a persona. De modo que no todo ocasiona el mismo goce y en la misma medida. Sin embargo, por repetición se asumen algunas experiencias como más placenteras que otras.
El hecho de comer chocolate, tener relaciones sexuales o incluso los juegos de azar, ahora también se puede añadir el aprendizaje de una nueva lengua, ya que de acuerdo con un estudio, al hacer esto se estimula las mismas áreas del cerebro que los ejemplos anteriores.
“Los procesos neurales exactos detrás de los impulsos humanos para adquirir un nuevo idioma –primero como bebés y más tarde como segundo idioma– todavía no están establecidos.
Recientes modelos teóricos han propuesto que durante la evolución humana, mecanismos emergentes de aprendizaje de idiomas pueden estar pegados filogenéticamente a sistemas de recompensa subcorticales más viejos, lo que refuerza la motivación humana para aprender un nuevo idioma”, escribió un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona (UB), del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (IDIBELL) y de la Universidad Otto von Guericke de Magdeburgo.
Los especialistas concluyeron que en los adultos, el aprendizaje de nuevas palabras activa no solo circuitos corticales de lenguaje, sino también del estriado ventral (VS, por sus siglas en inglés), una de las áreas principales de los circuitos motivacionales y de recompensa, publicó la revista Current Biology.
La investigación mostró que el aprendizaje de nuevas palabras va acompañado de un aumento en la sincronización de la actividad neuronal entre el VS y otras áreas corticales relacionadas con el procesamiento del lenguaje.
Esta activación fue similar a la contratación VS provocada al utilizar una tarea de recompensa independiente. Por otra parte, el VS mostró una mayor conectividad funcional y estructural con las áreas del lenguaje neocorticales durante el aprendizaje exitoso de palabras.
Los especialistas sugieren que este fuerte acoplamiento funcional y anatómico entre las regiones lingüísticas neocorticales y el sistema de recompensas subcortical proporcionó una ventaja crucial en los seres humanos que con el tiempo ha permitido que su linaje haya adquirido con éxito habilidades lingüísticas.
Así mismo, afirman que los hallazgos podrían ayudar a encontrar las claves para el desarrollo de las lenguas humanas, así como la motivación individual en el estudio de idiomas extranjeros.