¿Kanye West no sonríe?

Aquí los motivos

Haz memoria, ¿alguna vez has visto reír a Kanye West? Si repasamos su álbum de fotos será casi misión imposible encontrar en él aunque sea una tímida sonrisa. No, él prefiere lucir su rostro serio e impasible y no porque la vida le trata mal, más bien todo lo contrario.

Posee prestigio profesional, sus seguidores se encuentran por cientos de miles y sus compañeros recurren a él para crear canciones como la última de Rihanna. Y eso en lo profesional pero en lo personal no se queda atrás. Está casado con una de las mujeres más mediáticas, Kim Kardashian, y tienen una niña que es su calco en miniatura. Si a eso le unimos que está forrado, ¿no son motivos más que suficientes para estar feliz como una perdiz?

Pues sí, debe de estar feliz pero prefiere no mostrarlo en público por motivos simple y llanamente de imagen. Sonreír no es cool y él se dio cuenta hace ya algunos años, “cuando estaba trabajando en Yeezus vi un libro del siglo XIX con cubierta de terciopelo y herraduras. Miré las fotos y vi gente a la que se veía tan real, sus ropas eran increíbles y no estaban sonriendo. Así que, cuando los paparazzi me dicen que por qué no sonrío pienso que no sonreír me hace sonreír. Cuando ves pinturas en un castillo la gente no está sonriendo porque no se verían tan interesantes”, explicó el rapero en unos recientes premios de moda.

El día de los Daily Front Row Fashion Awards debía de estar sembrado porque además de dar este tipo de explicaciones tan profundas también dio un discurso que dejó a muchos perplejos, ¿a ver qué opinas?: “Yo creo que Dios es el creador número uno y en cualquier momento creamos, nosotros debemos hacer su trabajo en la Tierra. Por eso estamos aquí, y de alguna manera, la moda es la que define el tiempo. Todo el mundo hace algo relacionado con la moda cada día. Tenemos el poder de cambiar el mundo a través del diseño, porque el diseño es lo más cercano a la verdad, y la verdad es lo más cercano al amor, y el amor es lo más cercano a Dios. Y Dios es amor”. Sólo nos queda decir…amén.