Amiga de los cuervos
La niña a la que los cuervos le hacen regalos por ser su amiga
La niña no para de recibir pequeños regalos de los cuervos a partir de que comiesen de uno de los bocadillos de la pequeña.
Los cuervos no son precisamente aves que despierten la simpatía entre las personas pero si atendemos a la historia de una niña estadounidense, puede que los cuervos sean muy fieles con sus amigos.
Gabbi Man es una niña de ocho años de Seattle que puede presumir de tener unos amigos de lo más particulares. Su relación con los cuervos de su vecindario nació en 2011, cuando a la pequeña se le cayó un trozo de su bocadillo y una de las aves se acercó para comérselo. Sus padres no podían imaginar que ese hecho, normal en cualquier parque o plaza de España en el que haya palomas, sería suficiente para comenzar una bonita amistad.
Al ver que se acercó el cuervo, a Gabbi se le ocurrió la idea de alimentarles siempre que les veía revolotear cerca de su casa. La niña les deja frutos secos.
Mientras que la pequeña les da de comer, los cuervos le traen todo tipo de regalos. Parece una extraña fijación, pero lo cierto es que las aves dejan en su jardín cualquier objeto que puedan trasladar en su pico y tengan algún pequeño brillo. Es así como Gabbi cuenta con una enorme colección de conchas, cristales o metales.