Las relaciones en el agua no son tan placenteras

8 razones por las que tienes que ser precavido

El agua de mar, ríos o pantanos trae numerosas bacterias que si nos demoramos en encuentros sexuales nos pueden dar algunos disgustos.

 Experimentar encuentros sexuales bajo el agua no siempre es una buena idea y podría resultar no tan satisfactorio como parece. Esto, debido a que se corren varios riesgos que si no los prevenimos generan resultados catastróficos.

 Así que no te dejes llevar por el momento esta semana de playa y toma tus precauciones:

 1. Infecciones bacterianas

El agua de mar, ríos o pantanos trae numerosas bacterias que con un simple baño no nos generan ningún daño, sin embargo, si nos demoramos en juegos sexuales nos pueden dar algunos disgustos. En las mujeres podría causar ardores y picazón alrededor de la vulva o cistitis. En los hombres es más frecuente una infección de orina por la invasión de microorganismos en el tracto urinario.

 2. Hongos

Son la cara B de las infecciones bacterianas. Si las primeras son propias de pantanos o ríos, los hongos vienen de la mano del agua de las piscinas en las que se ha usado demasiado cloro.

3. Preservativo y enfermedades de transmisión sexual

Uno de los mayores problemas que tienen las relaciones sexuales en el agua es el preservativo: para empezar, es mucho más difícil de poner. Además, el látex es un material que se resiente al agua y que podría no resultar tan eficaz como debería. Los expertos recomiendan realizar la penetración fuera del agua y bañarse después si se quiere.

 4. Embarazo

Existe el mito de que en el agua es casi imposible quedar embarazada, lo cual es mentira, por lo que te recomendamos que descartes esta opción como punto a favor para practicar sexo bajo el agua.

5. Dificultad en la lubricación

Otra creencia extendida es pensar que el agua facilita las relaciones sexuales, especialmente la penetración, cuando en realidad sucede lo contrario. El agua se lleva por delante toda la lubricación haciéndo el sexo más difícil. En ocasiones puede resultar hasta doloroso. Sin embargo, existen lubricantes de silicona que no son solubles en agua y pueden suplir la lubricación natural.

 6. Cuidado con la arena

Imagina que decides llevar a la realidad una fantasía que tienes desde hace tiempo; estás con tu pareja en la playa, a la luz de la luna y toman vino tinto. Pero, cuando llega el momento del cachondeo estar en ese escenario es lo más incómodo del mundo pues la arena se mete en los huecos más insospechados.

5. Dificultad en la lubricación

Otra creencia extendida es pensar que el agua facilita las relaciones sexuales, especialmente la penetración, cuando en realidad sucede lo contrario. El agua se lleva por delante toda la lubricación haciéndo el sexo más difícil. En ocasiones puede resultar hasta doloroso. Sin embargo, existen lubricantes de silicona que no son solubles en agua y pueden suplir la lubricación natural.

 6. Cuidado con la arena

Imagina que decides llevar a la realidad una fantasía que tienes desde hace tiempo; estás con tu pareja en la playa, a la luz de la luna y toman vino tinto. Pero, cuando llega el momento del cachondeo estar en ese escenario es lo más incómodo del mundo pues la arena se mete en los huecos más insospechados

7. No somos gimnastas

El entusiasmo que se pone cuando se tiene sexo en el agua puede provocar que ciertos movimientos generen torceduras o moretones al día siguiente en nuestro cuerpo.

 8. Multas

En muchos municipios esta es una práctica perseguida y multada.