Viviendo entre muñecos de trapo
No sentirse solos.

Nagoro es un pequeño pueblo en el Valle de Iya, Japón, en el cual, al igual que en muchas zonas rurales, la población ha desaparecido; sin embargo, los pocos habitantes que quedan decidieron darle un giro para no sentirse solos, reemplazar a sus vecinos con muñecos de trapo.
El único camino que lleva a Nagoro es tan estrecho que difícilmente pasan dos automóviles juntos, un pequeño río fluye a su lado y está majestuosamente rodeado por montañas.
Por lo que, a primera vista, la ciudad da la impresión que está llena de vida: agricultores en los campos, familias esperando en la parada del autobús y las señoras mayores reunidas para echar el chisme.


