Iglesia denuncia red de falsos “sacerdotes”

"Ofician misa sin haberse ordenado"

La Arquidiócesis Primada de México asegura que en lo que va del año ha detectado a más de 20 personas que ofrecen misas sin haberce ordenado.

México.- La Arquidiócesis Primada de México advirtió este domingo que en todo el país opera una red de personas que se hacen pasar por sacerdotes para ofrecer servicios litúrgicos en misas, bodas, bautizos y funerales, a cambio de altas cantidades de dinero.

Únicamente durante este año, la arquidiócesis ha detectado cuando menos a 20 personas que ofician misa sin haberse ordenado. Ante este fenómeno, se han girado circulares para cada uno de los implicados, principalmente en redes sociales, para prevenir a la población sobre el fraude.

Las leyes mexicanas no consideran un delito hacerse pasar por ministro religioso, debido a que el sacerdocio no está considerado como un oficio. La iglesia sólo puede recurrir a actos internos como la excomunión para disuadir a sus feligreses de incurrir en estas prácticas.

“La persona que hace esto está automáticamente excomulgada, y es una excomunión reservada al Papa porque es un delito grave, lo consideramos un sacrilegio, se comete un sacrilegio tanto del sacramento que se finge hacer; es algo que casi no se ha mencionado, pero es una pena establecida en el Código de Derecho Canónico”

De acuerdo con Hugo Valdemar Romero, vocero de la Arquidiócesis Primada de México, el fenómeno ha visto un aumento en los últimos años debido a que existe una generación de estudiantes de seminario que nunca alcanzó la ordenación pero cuenta con todos los conocimientos para oficiar servicios religiosos.

“Mucha gente estuvo preparándose por muchos años en la formación cristiana y en las prácticas rituales católicas. Al no ser ordenados perdieron una gran parte de su vida, de sus empeños y esfuerzos, una gran parte de su familia, y esa pérdida los llevó a (buscar cómo) sobrevivir”.

Además, Valdemar advirtió que el fenómeno creció debido a que la iglesia en México recomienda no realizar bodas fuera de los templos, lo que aprovechan muchos impostores para ofrecer sus servicios de manera paralela a los sacerdotes que sí se ordenaron.