Yo estoy en la lista de Ashley Madison. ¿Ahora qué hago?
Publican lo que se debe de hacer
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Si tu información fue parte del hackeo a Ashley Madison, es probable que tus problemas no solo abarquen el riesgo a tu tarjeta de crédito.
El sitio, que se promueve como el servicio ideal para las personas que buscan un romance extramarital, conoce tus preferencias físicas y sexuales y almacena tus mensajes privados y tus fotos. Todos esos datos ahora son públicos.
Todos los días surgen sitios nuevos que pueden buscar y recuperar esta información robada fácilmente, de acuerdo con el experto en seguridad, Troy Hunt.
Hunt dice que como los hackers publicaron más de 10 gigabytes de datos de Ashley Madison la semana pasada, ha recibido cientos de correos electrónicos en los que le preguntan qué se puede encontrar, qué no y qué se debe hacer.
Estos son sus consejos:
- Primero lo primero. Dile a tu cónyuge por qué estabas en el sitio: si era una broma o si eras miembro cuando eras soltero.
- Si te inscribiste para tener un romance, no lo ocultes.
- Piensa en qué tan expuesto estás
- Lo siguiente es pensar en quién más podría estar buscándote y en cómo deberías manejar la situación.
- Prepárate para explicar tu situación y repito, sé franco respecto a todo.
- Ignora a los extorsionadores y revisa tu configuración de seguridad
- Ajusta tu configuración de privacidad en las redes sociales para que nadie pueda identificar a tus amigos o familiares ni compartir tu información personal con ellos.
- Piensa en usar una cuenta de correo electrónico nueva
- Si usaste tu correo electrónico verdadero en el sitio, deberías pensar en crear una nueva si estás buscando empleo... o teniendo citas.
- Al hacerlo limitarás el riesgo de que cuando revisen tus antecedentes aparezca tu información de Ashley Madison.
- Ten cuidado con los fraudes en línea
En su sitio, Hunt incluyó una lista de toda la información que podría estar en riesgo: nombres y direcciones; correos electrónicos; fecha de nacimiento; sexo; raza; historial de pago, incluida la información parcial de las tarjetas de crédito; números telefónicos; preguntas de seguridad; preferencias sexuales; nombres de usuario y contraseñas, y actividad en el sitio, tal como fotos y mensajes.
Se ha escrito que el amor nace los ojos, pero ciertamente también nace de la boca y quizás de los intestinos.