Hombre recibe miles de dólares por estar acostado 70 días

La NASA le pagó un hombre por estar acostado 70 días

La NASA contrató a Drew Iwanicki  para un estudio en el que consistía en pasar 70 días acostado. La recompensa: 18, 000 mil dólares.  El objetivo era medir el efecto que produce en el cuerpo el estar en una misma posición por un largo tiempo, esto para ver a lo que se enfrentarían algunos astronautas en misiones largas.

La contratación de Iwanicki no fue de un día para otro, de hecho fue seleccionado entre un grupo de 25.000 aspirantes. Él mandó la solicitud sólo por aburrimiento aunque no esperaba que lo llamaran sucedió, así describió el proceso en una entrevista para NextShark.

"Después de mandar mis datos pensé que nunca volvería a saber nada sobre el estudio. Pero una semana después recibí una respuesta por aparte del equipo de investigación de la NASA, ellos querían pedir un poco más de información. Después de mandarles aproximadamente 20 o 30 páginas de mi historial médico y el de mi familia, me pidieron ir a Texas para un examen físico".

¿Sencillo? Pues no. Drew Iwanicki, que asegura que los primeros días en cama fueron los más difíciles, pues no se le permitía ni sentarse, lo que hacía esta experiencia aún más extrema, además la cama estaba inclinada para que sus piernas estuvieran en alto, parecido a la posición de un astronauta.

La presión arterial aumentó en la parte de la cabeza, lo que le provocaba jaquecas, permanecer en posición horizontal tensó demasiado su columna vertebral, que no está diseñada para soportar nuestro peso durante tanto tiempo y aunque estuviera en cama no podía dormir a la hora que quisiera, tenía que seguir un horario estricto.

Todo el tiempo estaba rodeado de doctores y científicos sólo le daban un tiempo a solas cuando quería hacer del baño, pero no se podía parar, tenía que hacer todo en un orinal, una de las cosas que más valoró en este estudio fue la privacidad, también tuvo demasiado tiempo para leer y ver películas en Netflix.

Al finalizar el estudio Drew Iwanicki continuó con sus planes de ir a una escuela de leyes y prefirió olvidar la cama por algún tiempo. ¡Y nosotros que no queremos despegarnos de nuestra cama!