10 cosas que no sabías de los "gases"

1. Las flatulencias son inevitables y al cabo del día, tanto tú como él/ella se tira alrededor de diez pedos. Eso, llevado a términos anuales, nos haría hablar de una cifra superior a las 3.000 ventosidades.

2. A mayor nivel de altitud, mayor número de flatulencias.

3. El mito de que los hombres son más 'pedorros' procede en realidad de una imposición social más. Las mujeres y los hombres pueden ser igual de pedorros.

4. En países europeos como España, pueden llegar a multarte si decides atacar con tu terrible olor a un grupo de personas. Es decir, si causas molestias en algún lugar público, estos pueden quejarse con la polícia.

5. Sobre la muerte sobrevuelan todo tipo de creencias. Algunas son ciertas, otras no tanto. Entre las que no son un mito se sitúa aquella que habla de las flatulencias que puede expulsar un cadáver. De hecho, según distintos estudios, esto puede suceder incluso hasta 3 horas después de la muerte. Es un proceso natural y se produce

porque todo el aire que se encuentra en el cuerpo termina siendo expulsado a través de los intestinos.

6. Existe la eproctofilia, hay personas que se excitan al inhalar el olor de las flatulencias.

7. Hay técnicas para molestar a tus seres queridos, entre ellas el 'horno holandés'. ¿En qué consiste? Te tiras un pedo y te tapas con el edredón para crear un microclima.

8. Los pedos tienen altos niveles de metano e hidrógeno por lo que se pueden producir explosiones por acumulación de gases.

9. Tirarse un pedo no suele ser peligroso, ¿verdad? Por muy mal que pueda llegar a oler, lo único que tienes que hacer es aguantar la respiración hasta que puedas abandonar la estancia o abrir una ventana para que la ventilación haga el resto. Sin embargo, en el espacio no resulta tan sencillo. Ya que las ventosidades son inflamables, como hemos visto en el punto anterior, no suponen una buena compañía para los astronautas cuando se encuentran en una cápsula presurizada. Hace unos años Discovery hacía referencia a un artículo publicado en los años 60 en el que se analizaba el tipo de dieta a la que debían someterse los astronautas para rebajar sus flatulencias.

10. Puede que hayas observado cómo aumentan sospechosamente tus gases cuando vuelas en un avión. Esto se debe a que la altitud incide en el número de flatulencias que expulsamos y estando a una altura de 33.000 pies, lógicamente, se multiplican notablemente.