Una familia que tiene un oso por mascota
¿Tendrías uno de mascota?
Una pareja en Rusia encontró a un osezno abandonado hace 23 años y decidió adoptarlo como parte de su familia. Tras recogerlo a sus tres meses de edad, y no tener corazón para abandonarlo a su suerte, Yuiry Panteleenko se lo enseñó a su esposa, Svetlana, quien lo aceptó con los brazos abiertos para criarlo como si se tratara de su hijo.
El enorme oso mascota acompaña a Yuiry en todo momento y recibe todos los lujos que una persona podría tener como comida, techo y amor. A pesar del tiempo y su gran tamaño, el animal ha crecido como todo un niño: ayuda a regar las plantas, se sienta a la mesa, toma el té, ve la televisión, juega a la pelota y disfruta de que Yuiry le lea cuentos.
La familia ha educado al oso y procurado, principalmente, su felicidad. A pesar de que estos animales son considerados inusuales como macotas, la pareja fue capaz de cuidar de uno sin quitarle las libertades que requieres para no sentirse aprisionado.