¿Cómo te afecta ver tantas películas XXX?

Bájele a su manopla

Con el paso del tiempo la industria del porno ha evolucionado. Todo comenzó a través de imágenes y después con la introducción del realismo gracias al cine. Uno de los primeros cortometrajes pornográficos fue ’ Le coucher de la Marieé’, en 1896; la cual cuenta la historia de dos recién casados que se divierten y coquetean, donde él le muestra la cama a su mujer y esta muestra inocencia queriendo ir a dormir pero todo termina en un juego pícaro.

Gracias al Internet, la pornografía es mucho más accesible, pues los adolescentes ya no necesitan esconder sus revistas y películas debajo del colchón, ahora con sólo un clic pueden consultar páginas y borrar el rastro.

Aunque todos estos avances nos facilitan la vida, puede que no sea lo más beneficiario para nosotros. Pues un estudio realizado en la revista ‘Archives of General Psychiatry’ afirmó que el consumo elevado de pornografía es capaz de alterar la estructura y el funcionamiento de nuestro cerebro. Pues al igual que el sexo, la pornografía provoca la liberación de dopamina en nuestro cerebro, sustancia que genera placer y emociones.

Pero, a pesar de tener eso en común con las relaciones sexuales, la pornografía puede causar exceso de esta sustancia y, por lo tanto, generar desórdenes cardiovasculares, renales y endócrinos. Así como también provocar deterioro en las conexiones neuronales.

Así que ya lo sabes, hasta en el porno hay que moderarse.