¿Sabías esto de la mantis hembra?

No lo vas a creer

La vida de un mantis macho, no debe ser nada fácil, ¿Se imaginan tener que elegir entre la vida y una de las actividades más ricas del mundo? Por supuesto que no, pero eso es algo que se encuentra entre los instintos de este insecto; algo contra lo que no pueden luchar, ya que está en sus genes y es parte del proceso que viven para poder mantener reproducirse y mantener viva a su especie.

El macho básicamente ofrece su cuerpo como un regalo, cosa que es común en los insectos. Pues un nuevo estudio podría tener la explicación de por qué los machos siempre tienen la disposición de ser devorados después del coito: Ser comidos aumenta la posibilidad de que sus genes sean transmitidos exitosamente.

Y bueno, se llegó a esa conclusión, gracias a los científicos que crearon un lugarcito especialmente adaptado a los gustos de una mantis. Luego metieron a unas cuantas parejas de estos insectos y dejaron que la magia se diera por sí sola.

El resultado fue el esperado, ya que los machos que sobrevivieron sólo pudieron proporcionar un 25 por ciento de los aminoácidos que había en sus cuerpos mediante la eyaculación, mientras que los muertos ofrecieron más para sus hijos. Los que fueron devorados, otorgaron el 90 por ciento de sus nutrientes a sus parejas y esto fue directo al desarrollo de las crías.

Pero la cosa no quedó ahí, porque las parejas de los machos devorados también produjeron una cantidad mayor de huevos. Por un lado, las hembras que no se comieron a su pareja, sólo pusieron alrededor de 37 huevos; y por el otro, las devoradoras pusieron hasta 88.

Esto es amor y no otra cosa...