Los juegos que no nos perdíamos en el recreo

Los tazos eran LA ADICCIÓN (y a algunos nos hizo subir de peso :( )

Siempre salían las mismas estampitas para nuestro álbum así que lo mejor era conseguirlas en batallas durante el recreo.

¿Cuántos hielocos tenías? Habían miles de maneras de jugar con ellos

En clase de deportes o en recreo, muchos nunca logramos superar esa gran habilidad.

Cerillo, mantequilla, martillo y demás niveles para ser el mejor en Resorte.

Declaro la guerra en contra de mi peor enemigo que es... STOP

¿Quién no se golpeó la cara con un Taca-taca?

Quién sabe cómo se llama este juguete pero era ¡lo mejor!

Ya después de un buen tiempo era pan comido. Aún así no podemos evitar jugar con uno cada vez que nos lo encontramos.

Las clásicas canicas y de cómo las perdías todas en un solo día.

La cebollita nos dejaba los brazos más raspados que nada.

La cuerda era increíble

En encantados realmente todos se movían

En escondidas siempre teníamos un lugar estratégico donde nadie nos encontraba

Los tazos eran LA ADICCIÓN (y a algunos nos hizo subir de peso :( )

Siempre salían las mismas estampitas para nuestro álbum así que lo mejor era conseguirlas en batallas durante el recreo.

¿Cuántos hielocos tenías? Habían miles de maneras de jugar con ellos

En clase de deportes o en recreo, muchos nunca logramos superar esa gran habilidad.

Cerillo, mantequilla, martillo y demás niveles para ser el mejor en Resorte.

Declaro la guerra en contra de mi peor enemigo que es... STOP

¿Quién no se golpeó la cara con un Taca-taca?

Quién sabe cómo se llama este juguete pero era ¡lo mejor!

Ya después de un buen tiempo era pan comido. Aún así no podemos evitar jugar con uno cada vez que nos lo encontramos.

Las clásicas canicas y de cómo las perdías todas en un solo día.

La cebollita nos dejaba los brazos más raspados que nada.

La cuerda era increíble

En encantados realmente todos se movían

En escondidas siempre teníamos un lugar estratégico donde nadie nos encontraba
Los mejores juegos fueron los de nuestra infancia. Ahora que todos los niños regresaron a clases no pudimos evitar recordar aquellos que sin necesidad de mucho, nos divertíamos en grande.