3 Mitos sobre los abdominales

¿Verdad o mentira?

El trabajo abdominal es uno de los ejercicios que genera muchos mitos y debates a su alrededor. Y por esta y otras razones, las creencias pueden poner en riesgo, en cierta medida, la efectividad de nuestro entrenamiento. Más que nada porque muchas veces nos aferramos a esas creencias sin aclararlas antes con un experto porque puede que te equivoques a la hora de hacerlos y que tus objetivos tarden más de lo deseado en cumplirse.

Por eso te aclararemos 3 de los mitos más fuertes sobre el trabajo abdominal.

Mito #1: Si no duele no estás ejercitando el músculo abdominal

No tiene por qué ser así. Calor y/o contracción máxima hasta no poder hacer ni una repetición más son buenos indicadores. Pero el dolor no tendría que existir como tal. Esto no quiere decir que si esto no ocurre no estemos trabajando o estemos haciendo de manera incorrecta el ejercicio ya que no todos los ejercicios son de la misma intensidad y hay que adaptarlos al nivel de cada uno.

Mito #2: El uso de fajas de neopreno ayuda a obtener mejores resultados

Esta creencia es totalmente errónea. Y es que usar faja para hacer abdominales no ayuda a reducir volumen de forma más rápida, sino que tan solo produce un aumento localizado de la sudoración. Es más, hacerlo tiene unos cuantos inconvenientes. Estas fajas no sirven para nada más que para generar incomodidad, reducir la implicación de los músculos abdominales y, potencialmente, fomentar la deshidratación aguda y, por tanto, el riesgo de sufrir un golpe de calor. En definitiva, este es un mito en el que no debes caer, ya que esta completamente desaconsejado.

Mito 3: Mientras más abdominales hagas, mejores resultados obtendrás

Como en todo ejercicio, es preferible hacer pocos y bien hechos que muchos mal ejecutados, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos implicando una de las zonas donde se encuentran estructuras claves para nuestro bienestar. Por eso, hay que tener en cuenta que el número de repeticiones variará en función de nuestra condición física y del objetivo que busquemos. Y memoriza siempre que como en todo entrenamiento, el sobre entrenamiento conlleva riesgos. Y un indicador de que no estamos haciendo bien el trabajo abdominal es que aparezca o aumente el dolor de espalda.

Recuerda que todo ejercicio tiene que ver con una buena alimentación, dedicación y cuidado. Siempre consulta a un experto cuando tengas alguna duda.