Amor en la oficina, ¿es buena idea?
Te damos ventajas, desventajas y consejos al respecto
Ya sea que conociste a tu pareja antes de empezar a trabajar juntos, o fue meses después de estar conviviendo en el mismo círculo laboral... llevar una relación amorosa en el trabajo no es nada fácil y más cuando en algunas corporaciones es estríctamente prohibido (solo 12% de las empresas en México lo tiene dispuesto dentro de sus políticas y cultura empresarial).
Te recomendamos
Sin importar si tu jefe te deja o no, hay más cosas que implican este tipo de relaciones. Aquí te presentamos algunas cosas a considerar, toma nota:
1) Cualquier problema que ocurra en la oficina...
No muchas veces se pondrán de acuerdo, y más en cuestiones laborales donde se deben tomar decisiones rápidas y neutrales. Imagínate que no quedaron en un acuerdo para un proyecto en el que trabajaban juntos de la oficina; esa bronca la seguirán discutiendo fuera de los horarios laborales y puede llevar a mezclar la vida privada y la vida profesional.
Dicen que los problemas del trabajo se llevan a casa y viceversa, lo ideal sería que no se mezclaran, pero es imposible. Toma en cuenta que es probable que ocurra.
2) El espacio de cada uno...
Desayunan, almuerzan, cenan, se van del trabajo y llegan al trabajo juntos. Casi casi falta que se peguen para que les digan siamesos.
Dale un break y cada quien forme sus propios círculos de amistad en el trabajo. No tienen que hacer todo juntos y sirve que cada uno se relaja un poco con otra compañia. Es S-A-N-O.
3) Profesionalismo ante todo...
Ok, puede que uno de los dos sea superior del otro, pero eso no te da el derecho de actuar como su mamá o papá y lo recomiendes o abogues por él/ella. Tu pareja tiene su propia voz y es lo suficientemente capaz de valerse por si misma/o y crecer en el trabajo con sus propios méritos.
No uses herramientas del trabajo para mensajearse o comunicarse entre sí. Ya sea el teléfono de tu oficina o el celular del trabajo. Si quieres mostrar que pueden ser profesionales, no solo lo digan, actúen como tal.
Las actitudes afectivas dejenlas para fuera de la oficina. Dan ambos una mejor imagen si actúan con madurez y se enfocan en lo que deben hacer: su trabajo.
