Enamorarse no es cosa de inteligentes
No la tienen fácil
Vas por la calle, ves una biblioteca y lo primero que piensas es en el típico chico tímido, con lentes de pasta, playera "awkward" y si te preguntarán si te parece encantador o atractivo responderías con un sutil 'no sé' y es comprensible ya que este tipo de personas no sabe sacar provecho de sus atributos y cualidades haciendo que parezca que no tienen un físico impresionante. Aparte se la pasan la mayor parte del día leyendo, en los videojuegos, investigando o pegados en la computadora... Sin embargo te decimos que ellos, sí esos chicos que parece que usan repelente, son los que tienen un corazón más sincero, puro y honesto.
Cuando una de estas personas te dice que se ha enamorado lo hace con sinceridad y es que nadie mejor que ellos sabe que lo importante va en el corazón. Son inteligentes y saben el valor de los sentimientos, sin embargo no sólo hablamos del sexo masculino sino también de las mujeres. Una chica lista lleva consigo un tesoro que si llega a tu vida no debes de dejar ir. Pero no todo es miel sobre hojuelas ya que este tipo de personas son muy difíciles de conquistar y no se trata de un simple miedo a las relaciones, lo que sucede es que nuestra mente va más allá de los lugares imaginables.
Analizamos situaciones, tenemos buena memoria (algunos contamos con memoria fotográfica), sopesamos las posibilidades y no nos dejamos llevar por impulso es por eso que identificar a alguien que no vale la pena nos es muy sencillo. Vivimos con base a las experiencias pasadas y parece que hacemos cálculos aritméticos para resolver los problemas amorosos aunque a veces (casi siempre) lo único que debemos de hacer es dejarnos ir.
Sin embargo necesitamos hallar respuestas más simples al ¿Por qué nos cuesta tanto enamorarnos a las personas inteligentes?
Somos más mente que cuerpo
A veces, tenemos más cerebro que belleza física (generalmente es así aunque habemos algunas excepciones jajajaja), contamos con una belleza oculta que no cualquier terrenal puede apreciar.
Vemos más allá
No es que seamos videntes, pero como dicen por ahí sabemos leer entre líneas. Contamos con un sentido de la percepción muy agudo y desde las primera cita podemos saber si funcionará o no. Contamos con un sexto sentido supremo.
Una relación amorosa no es nuestra prioridad
Creemos en los beneficios y metas a largo plazo lo cual incluye un esfuerzo máximo en la escuela, trabajo y proyectos. Vemos las mil y un posibilidades que nos da el mundo y encontramos una solución a todo, tenemos grandes y creativas ideas que morimos por llevar a cabo.
Eludimos los problemas con éxito
Tenemos la confianza de estar haciendo las cosas bien incluso en situaciones amorosas, sin embargo no a todos les agrada esa perspicacia que tenemos para solucionar los problemas.
Nuestra inteligencia, una recompensa
Ser inteligentes nos hace sentirnos autor realizados y no necesitamos de alguien que nos lo esté recordando o nos suba el ego. La mayor satisfacción son los logros personales.
No percibimos las señales que se nos envían
Estamos enfocados en cosas más interesantes que un simple coqueteo y eso llega a ofender a los demás.
Nuestra mente es un laberinto
Es complicada, difícil de explicar y a veces piensa más rápido, lo que provoca que no siempre nos demos a entender... A veces sólo aceptamos que nuestra pareja no está en la misma sintonía que nosotros y eso nos harta.
Atte: La chica del vestido rojo 💋