El verdadero significado de la “I” de Francisco I. Madero

No se llamaba Indalecio

Durante mucho tiempo se ha pensado que la "I" Francisco I. Madero era por Indalecio ese segundo nombre es uno más de los mitos de su biografía.

En una aclaración publicada en 2006 en el website de la Presidencia de la República, el historiador Alejandro Rosas explica que la leyenda del segundo nombre del "apóstol de la democracia" tiene un origen indeterminado, pero claramente fue posterior a su asesinato en 1913.

Al principio, la gente se burlaba del idealismo de Madero y corrió el rumor de que la "I" era de Inocencio, por la ingenuidad que el nativo de Parras de la Fuente, Coahuila, demostró durante su gestión presidencial. Después, con el paso del tiempo, "la historia oficial se encargó de enterrar su verdadero nombre y casi todas las generaciones que estudiaron la sacrosanta revolución mexicana durante el siglo XX, crecieron con la seguridad de que la 'I', de don Francisco, era de Indalecio", señala el historiador Alejandro Rosas.

En la actualidad, mucha gente sigue pensando que esto es cierto, pero la verdad es que los padres de Madero, don Francisco padre y doña Mercedes González, bautizaron a su primogénito con el nombre de Francisco en honor al santo de Asís, e Ignacio honrando a San Ignacio de Loyola.