Decir groserías te hace más fuerte físicamente

Una razón más para maldecir

Si te gusta realizar alguna actividad deportiva y no sabes cómo tener un poco más de resistencia o energía, deberías probar el decir groserías más seguido. Decir malas palabras no solo dan fuerza, sino que mitigan el dolor.

Esto se descubrió en un experimento de la universidad de Keele en el Reino Unido donde se pidió a los participantes que usaran una bicicleta estática o un medidor de fuerza de las manos mientras repetían una mala palabra o una palabra común, y en ambos casos conseguían un rendimiento superior que si usaban palabras neutras como "madera" o "amarillo".

El doctor Richard Stephens, director del estudio, es un psicólogo especialista en palabrotas y su efecto en el cerebro, y sus resultados se presentaron en la pasada conferencia de la British Phychological Society.

Por si fuera poco, el uso de palabrotas indica que las personas tienen un vocabulario más amplio y que repetirlas disminuye la sensibilidad al dolor. Así que la próxima vez que tengas que levantar algo pesado o alguien te golpee, recuerda gritar una grosería para darte más fuerza