La monja que fue reina de belleza
Dejó el glamur por dedicarse a su religión
La joven mexicana de tan solo 20 años, Esmeralda Solís Gonzáles en 2016 fue coronada como reina de belleza en su pueblo natal y ahora a dejando todo lo referente a las pasarelas para ingresar al noviciado de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, según informa el Diario Cambio de Puebla.
Su historia fue viral en redes sociales debido a una publicación en la página de Facebook de Miss México.
Esmeralda nació el 12 de abril 1997 en Valle de Guadalupe, Estado de Jalisco, en una familia católica. Actualmente reside en el convento de la Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento de Cuernavaca, en el Estado de Morelos, tras haber dado el sí a Dios y dejar su carrera de nutricionista.
"Realmente no se sabe qué es la vida religiosa hasta que se está dentro. Hasta ahora he logrado ver desde otra perspectiva lo que es el mundo y lo que te ofrece. Yo era muy feliz con todo lo que tenía, pero no se compara con la felicidad que Dios coloca en mi corazón ahora", dijo Esmeralda en una entrevista concedida a ACI Prensa.
A los 14 años la joven se comenzó a interesar por la vocación religiosa "por medio de jornadas vocacionales, misiones y campamentos". Pero fue hasta el 25 de marzo de 2017 dio el primer sí a su vocación en el día de la Virgen de la Encarnación.
"Los tiempos de Dios son perfectos. Durante este tiempo (de discernimiento) se me permitió vivir algunas experiencias como ser reina de belleza y otras más, que dejaron una huella para siempre y que me permitieron aprender mucho para lo que viene después".
Esmeralda aseguró que siempre estuvo presente en su vida, como una "espinita", el descubrir la vocación a la que había sido llamada.
"El cambio es difícil para la familia porque implica el desapego, pero siempre he tenido el apoyo de mis papás, hermanos y amigos verdaderos. Aunque me hubiera podido desarrollar en otro ámbito, siento que si el Señor me necesita entonces puedo dar fruto de una manera diferente", relató a ACI Prensa.
Esmeralda dio un mensaje a los jóvenes que conocen su historia, "pero si se va de la mano de Dios, siempre se puede dar el siguiente paso".
"En la vida religiosa cada nuevo día es un nuevo comenzar y una nueva oportunidad para extender el reino de Dios. Esta implica hacer muchos sacrificios pero siempre van compensados con la felicidad", detalló.
La joven novicia dijo también que es cierto que "la realidad y la supuesta felicidad que el mundo vende es muy atractiva", pero "es necesario tener los ojos puestos en lo que perdura".
No hay que tener miedo. Si Dios te llama Él se encarga de todo. Solo basta que se le reciba con mucha paz, alegría y confianza. Creo que el miedo es una gran excusa que se encarga de truncar la verdadera felicidad que solo Dios puede ofrecer", concluyó.