Muñeca poseída aterroriza familia desde hace 7 años

¿Qué será lo que hace?

Una muñeca aparentemente inofensiva ha sido denominada la "Annabelle peruana", luego de que una familia afirmara que los ha aterrorizado por mucho tiempo.

Los miembros de la familia Núñez, de la región de Callao, Perú, explican que han sido testigos de varios sucesos paranormales conectados a "Sarita", una muñeca rubia, de ojos azules que recibieron hace siete años. Ivonne Núñez, madre de familia, dijo que fue un regalo de una sobrina que ya falleció y que, aunque las cosas extrañas comenzaron a suceder poco después de que la niña falleciera, ella no podía decidirse a tirar la muñeca ya que era el último recuerdo que le quedaba de su sobrina y de su cuñada, quien aparentemente se quitó la vida en la misma casa en la que viven actualmente.

La muñeca, que reproduce una grabación del "Padre Nuestro" cuando se pulsa un botón en el pecho, al parecer comienza a orar sin que nadie la toque, pero eso no es lo más raro. La familia Núñez afirma que ponen a Sarita en su esquina antes de ir a dormir, pero a veces la encuentran en la mesa, o el sofá y sus tres hijos a menudo se despiertan con rasguños y moretones en sus cuerpos, que aseguran son causados por la muñeca poseída.

Una de las hijas, Angie Núñez de 20 años, dijo que a veces escucha ruidos en la casa y ve sombras que se mueven en la oscuridad: "Todas las noches siento como si alguien me estuviera mirando desde la esquina de la habitación", afirmó.

Los hermanos quieren deshacerse de la muñeca, pero su madre se rehúsa. En cambio, decidió contratar los servicios de una llamada "angeologista" (una experta en ángeles) para ahuyentar el espíritu que posee a Sarita.

La llamada Soraya de Los Ángeles llevó a cabo un ritual para limpiar la casa de la familia Núñez, e informó que sentía la presencia de una mujer, que Ivonne sospecha puede ser su cuñada, que murió en una de las habitaciones. Después de inspeccionar la muñeca, la angeologista dijo que sentía una entidad maligna que tiene como objetivo dañar a la familia. Trató de hacer que los espíritus se fueran con una estatua de San Miguel y siete grandes velas encendidas. No está claro si su intento fue exitoso, por lo que la familia Núñez resultó aún más asustada que antes.