Un granjero le dio sepultura a su fiel camioneta
luego de 48 años de servicio
Alcides Ravel, un agricultor uruguayo, compró su pick-up en 1969, cuando tenía 35 años. Tras 48 años de tenerla, el anciano de 83 años puso su fiel vehículo a descansar, enterrándolo en su granja.
Para la mayoría de la gente, los automóviles son simplemente herramientas que se utilizan y se venden cuando ya no tienen utilidad, pero ese no es el caso de Ravel. A pesar de que su vieja camioneta llevaba descompuesta más de cuatro años y el mecánico le dijo que ya no tenía arreglo, él no se decidía a venderla para desguace. En cambio, la mantuvo a salvo en un cobertizo en su granja, hasta que finalmente se sintió listo para desprenderse de ella. Hace tres semanas, enterró a su fiel compañera en su tierra, lo cual denominó como un "pequeño gesto" en honor a sus casi cinco décadas de servicio.
"Fue gracias a ella que logré comprar mi tierra y criar a mis hijos", relata Ravel a un diario uruguayo, "fue una gran parte de mi vida."
El agricultor dice que pasó años en su camioneta transportando todo tipo de cosas entre las ciudades de Melo y Montevideo. El trayecto de 400 kilómetros entre las ciudades solía ser un camino de grava, y completarlo llevaba hasta 12 horas. Su camioneta fue la única compañía que tenía, y aunque a veces se cansaba un poco, en realidad nunca le falló. "Nos ayudamos el uno al otro", dice.
La vieja camioneta también sirvió como motel muchísimas veces. En ocasiones el hombre pasaba en la carretera más de dos semanas, estacionando en un costado de la ruta cuando se sentía demasiado cansado y durmiendo en el coche. Eran tiempos duros, pero siempre podía confiar en la camioneta.
Así que cuando llegó el momento de desprenderse del vehículo que había estado allí para él durante casi 50 años, la única forma en que podía hacerlo era con un entierro apropiado. Tres hombres y una retroexcavadora pasaron dos días preparando el agujero de dos metros en la granja de Alcides. Entonces pusieron la camioneta en el lecho y la cubrieron con tierra. Los lazos emocionales de toda la familia Ravel con l