¡Vámonos a volar!

Jarno Cordia practicaba aventarse de avionetas, hasta que se le ocurrió que al aventarse podía agregarle más emoción; así que decidió cruzar los cielos con su traje de “ardilla voladora” y a sus botas les puso pequeños motores.

Hombre comprueba la resistencia de un pegamento

 Este holandés declaró que el poder que se puede sentir en las piernas mientras estás al aire libre es increíble y que te deja con una sensación de súper héroe. Por supuesto que es importante mencionar que Jarno es un paracaidista experimentado, tiene más de 5000 saltos.

La forma en la que decidió saltar con las botas de motor fue saltando de un globo aerostático y antes de encender lentamente sus botas para poder utilizarlas y así fue cuando su felicidad se reflejó en el aire.