No valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos

Lo importante es no olvidar lo realmente importante

NO VALORAMOS LO QUE TENEMOS HASTA QUE LO PERDEMOS.

La rutina, la cotidianidad y las diferentes actividades que conlleva un matrimonio van acabando no solo con el amor sino con la llama de la pasión. Así le paso a Acuario, de 34 años, casado con dos hijas, una pequeña recién nacida.

Él lleva diez años de casado, pero su problema inicio hace apenas seis meses, pues ya no se siente atraído por su mujer para estar juntos en la intimidad. Lo que más le extraña es que llega a tener sueños donde se divorcia y al despertar se siente liberado.

Aunque uno podría pensar que todo es normal por el tiempo que llevan juntos, las cosas se complican porque él ha estado saliendo con una chica que conoció en el trabajo, misma con quién siente cosas diferentes de las que su mujer le provoca.

En ese tipo de situaciones el aburrimiento puede llegar acabar con todo, lo importante es no olvidarse de los detalles, puede que las cosas no sean iguales que hace diez años, porque en ese momento estaba en pleno enamoramiento.

Probablemente él ya no se encuentra enamorado y solo ve a su mujer como alguien a quien quiere y busca proteger, un lazo más fraternal, y lo que siente con la otra chica solo es atracción que pasará en unos meses.

La mejor opción sería luchar por su relación, tratar de revivir la etapa del noviazgo, esa donde estaban muy enamorados, pero si ya no quiere estar debe ser honesto porque al final él también se lastima. Pero él tiene que valorar lo que tiene y se puede perder.