Por un mal tatuaje, se tiene que cambiar el nombre
Al final Johanna se fue por la medida más extrema

Johanna Sandstrom de Suecia decidió celebrar la llegada de su bebé tatuándose en el brazos los nombres de sus hijos. El problema es que quien le hizo el tatuaje lo escribió mal. Los nombres de sus hijos son Nova y Kevin, pero el tatuador escribió Nova y Kelvin. Las opciones eran varias, quitarse el tatuaje, vivir con el error, buscar que lo arreglara, pero al final Johanna se fue por la medida más extrema, cambiarle el nombre a su hijo.
Cuando la mujer se dio cuenta del error sintió que se desmayaba, y cuando fue a la clínica le dieron un reembolso y una dirección de un lugar donde podían quitarle el tatuaje. Sin embargo, prefirió pasar por el proceso de cambio de identidad aprovechando que su hijo es pequeño a someterse al dolor de removerse un tatuaje.


