El peligro de la nadar en la pipi de otros

¡Atención no es lo mismo que la Orinoterapia!

Investigadores advierten que orinar en una piscina podría generar consecuencias feas en el sistema respiratorio de algunas personas. Esto se debe a que el ácido úrico y un conjunto de aminoácidos reacción con el cloro, que se usa para desinfectar el agua de las piscinas.

Esto depende de qué tan concentrados estén los químicos y otras medidas como: la temperatura del agua o la frecuencia con la que ésta se cambia. De igual forma depende cuantas personas estén en una alberca si son pocas no se sufre el mismo daño que en donde se encuentra el doble de gente, con ganas de orinar.

Especialistas en Neumología aseguran que el riesgo de asma hasta un 60% cuando la exposición al cloro es intensa y prolongada, especialmente si se trata de niños y nadadores profesionales. Incluso, advierten que cuanto más pequeño sea el nadador, más tiempo pase nadando y más agua ingiera, mayores probabilidades tiene el infante de presentar síntomas de asma y daño en los pulmones. A la vez, afirman que la presencia de elementos contaminantes en el agua puede provocar infecciones en la piel que suelen identificarse inicialmente con la presencia de salpullido e irritación, por ejemplo, en los pies (sobre todo, debido a la multiplicación de hongos).

También advierten que las personas que nadan con los ojos abiertos pueden surgir desde pequeñas molestias derivadas del efecto irritante que tiene dicha sustancia sobre la conjuntiva ocular hasta graves infecciones en ojos; de hecho, se sabe de casos de conjuntivitis infecciosas ocasionadas por nadar en piscinas poco cloradas o bien, contaminadas y sí por supuesto por la orina de los nadadores, que parece inofensiva, pero no lo es.

Si los nadadores dejaran de orinarse en las albercas la calidad del aire y agua sería mucho mejor, independientemente de otros cambios en dicho líquido e en la ventilación del lugar.