Terraria, Reseña

Una aventura 2D con gráficos retro

Terraria llegó a PC cuando el mundo estaba siendo tomado por sorpresa por Minecraft. A pesar de los cuantiosos clones de este último, esta entrega logró posicionarse por sí mismo gracias a que era una aventura 2D con gráficos retro. Desde que surgió, ha sido adaptado a prácticamente todas las consolas; siendo el Nintendo Switch la última en llegar. Sin embargo, existe una omisión muy grande en esta versión que la deja por debajo de otras similares. Veamos cómo queda comparada contra sus equivalentes de otras plataformas.

Al igual que su famoso contrincante de los cubos 3D, Terraria carece por completo de historia. Simplemente eres un personaje que es puesto en un mundo extraño y hostil, y debe conseguir los recursos necesarios para sobrevivir en este planeta. Comienzas recogiendo madera, roca y otros materiales; lo que te ayudará a construir tu primer refugio. Una vez instalado, poco a poco comenzarás a mejorar tus herramientas y explorar el mundo por completo. Cabe destacar que, aunque no hay una trama como tal, sí hay una serie de “encuentros finales”. Estos son eventos donde luchas contra enemigos poderosos para recibir items raros y uno de ellos desencadena el modo difícil para el mapa donde estés jugando.

A pesar de que todo comienza de forma relativamente fácil, el juego no tarda en presentar uno de sus mayores problemas: una dificultad nada equilibrada. Los enemigos resisten mucho los golpes de tus primeras herramientas, por lo que hasta una simple babosa (el enemigo más básico) te puede matar con unos cuantos saltos. Pero conforme avanzas en el juego, tus adversarios son cada vez más rápido y tus armas prácticamente no los hacen retroceder. Cuando llegas a encontrarte con las hormigas león, ponte a rezar porque no les harás daño hasta que mejores en buena medida tus armas.

Y eso hace difícil disfrutar este juego: las recompensas tardan mucho en aparecer. Puedes haber invertido ya 3-4 horas en un mapa y apenas comenzarás a tener equipo adecuado para sobrevivir. El otro detalle que le resta diversión son los controles. Son bastante confusos y el cursor con el que construyes es demasiado sensible. Esto te lleva a perder muchísimo tiempo tratando de colocar bien tus piezas o minando. Minar mal puede dejarte atorado en el mapa, mientras que un enemigo pequeño puede caer sobre ti y matarte en segundos. Aunque puedes jugar sin perder todos los recursos al morir, se vuelve tedioso cuando ya habías avanzado en buena medida en el mapa.

Podrás apoyarte de la pantalla táctil

Gracias a la pantalla touch del Nintendo Switch, puedes usar los menús del juego en el modo portátil. Esto resuelve parte de lo complicado de los controles (sobre todo al manejar tu inventario) y hasta puedes interactuar (minar, construir) usando tus dedos. Sin embargo, esto último no ayuda mucho a la hora de querer actuar con precisión.

Al principio de la reseña hablé de algo que le faltaba a esta versión y es el multijugador en la misma pantalla. Entiendo que en el modo portátil sea complicado manejar todo en la pantalla reducida; pero no tiene perdón en el modo consola. Todas las otras versiones lo tienen de entrada, y Terraria tampoco es de una complejidad técnica que le impida correrlo en Switch. Se planea introducir esta función después, pero no hay fecha anunciada.

Si tienes a paciencia y habilidad suficientes, Terraria te recompensará con objetos cada vez más útiles y complejos. El llegar a ese punto te tomará una gran cantidad de tiempo y te frustrarás más de una vez con sus molestos enemigos. Por último, la omisión del cooperativo en la misma consola lo deja en desventaja a otras versiones. Si eres fan, el hecho de poderlo llevar a todos lados será una gran opción. Pero si apenas estás comenzando, es mejor probar con sus otras adaptaciones.

Por Rolando Vera