Frostpunk, Reseña
Un juego de estrategia para combatir el frío
Qué mejor que recibir el invierno ese año que con un videojuego en el que el frío y la nieve son aliados y enemigos, pero no te angusties, porque no hablamos de hacer muñecos de nieve, sino de estar a cargo de toda una sociedad que puede morir congelada si no la administras bien.
Nos referimos al videojuego de estrategia desarrollado por la compañía polaca, 11 bits, Frostpunk, y aunque este título fue lanzado en 2018 para PC, la compañía decidió adaptarlo para las consolas de mesa, PS4 y Xbox One.
Frostpunk tiene una jugabilidad similar a los títulos de Age of Empires, sólo que no tan enfocado a crear estrategias de guerra, sino a mantener a la sociedad con vida frente a un invierno arrasador.
El objetivo principal es evitar que tu clan muera, y con base en esto se desarrolla el argumento, ya que para lograrlo debes recolectar materiales esenciales como madera, acero o carbón, para construir casas, minas, hospitales y sobre todo, mantener funcionando el calentador central de la ciudad, pues dependiendo de su desempeño es cómo crecerá tu ciudad.
Aunque puede sonar como cualquier juego de su género, Frostpunk ofrece un pequeño plus respecto a la recolección, ya que no sólo se tratará de mantener con vida a los habitantes, sino de satisfacer sus necesidades como sociedad.
Los habitantes te exigirán cosas básicas como refugios, caminos seguros a la mina de recolección e incluso una suerte de guardería para los niños mientras trabajan.
Cuidado con que decidas ignorarlos, porque pueden parar la recolección y la construcción de edificios a manera de protesta, aunque esto los lleve a morir de frío.
Además de estar al pendiente de los materiales que faltan para construir o mejorar algún servicio, tendrás que firmar leyes para mantener en orden a la sociedad, como por ejemplo decidir si los niños deberán ir a trabajar para mejorar la producción o enviarlos a estudiar para mejorar la medicina o la ingeniería.
Independientemente de lo que decidas a una parte de los habitantes les gustará la idea, pero a otros no, tal cual como funciona una sociedad en la vida real.
Los controles son sencillos e intuitivos: un botón para desplegar el menú de construcción, uno más para mirar y firmar las leyes, un cursor para elegir cualquier cosa de la pantalla y un botón de selección.
El juego en general no necesita de más, pues Frostpunk no depende de tu habilidad con el control, sino de tu capacidad para gobernar.
Visualmente Frostpunk no es muy espectacular, y aunque la dinámica del juego no requiere de ello, es donde flaquea por el pobre nivel de detalle de las cosas.
Si el juego se basa en satisfacer a los habitantes y construir edificios, debería de haber un claro aspecto visual en eso, pero solo verás pequeñas cosas caminando sobre la nieve, y edificios que no sabrás que son hasta poner el cursor sobre ellos.
Es claro que la desarrolladora 11 bits, hizo todo el esfuerzo en la jugabilidad y dinámica del juego, mientras que el apartado visual quedó un poco de lado. Aunque esto no afecta a la jugabilidad y puedes estar en la consola por un buen rato, esa carencia le quita la posibilidad de ser un juego maravilloso.
Por Marcos Rabía en la versión de PlayStation 4