Mentiras que todos dijimos cuando éramos adolescentes
Qué bonito es recordar las mentiras que todos nos aventamos cuando fuimos adolescentes. Ya crecimos, chavos
- “Mamá, me quedaré a dormir en casa de mi amiga. // “Seremos puras niñas”
Que mentira tan grande , ¿no?
Analicemos, ¿cuantas fueron ciertas? Una, dos, ¿ninguna?
- “No mamá, no contesté porque estaba durmiendo. ¿De qué fiesta me hablas?”
Típica llamada de mamá o papá que no contestaste porque el cuento de “me quedo a dormir en casa de una/un amiga/amigo” era falso.
Los padres también fueron adolescentes, recuérdalo.
- “No me sirve estudiar tanto si el profesor me va a reprobar, solo porque no le caigo bien”
Y tus padres te creían. “Pobre de mi hijo”, claro, quién no le echa la culpa a cualquiera por las malas calificaciones, si a ti solo te ocurre estudiar de camino a la universidad.
- “Eso no es mío, mi amiga/o me pidió que se lo guarde”
La respuesta para todo lo ilegal que tus papas podían encontrar en algún rincón de tu cuarto
- “Había tráfico y tenía mucho que hacer. No he tomado ni una gota de alcohol”
Cuando te vas con los amigos a beber un día de semana, lo mejor es inventarte una excusa para no ser castigado
- “No es mi novio/a, solo somos amigos”
No puedes engañarlos, cuando se te nota el enamoramiento, no hay estrategia artística que lo disimule.