Con esto, ellas volarán por las nubes

Pon atención de la cintura para arriba

Llegar al clímax es el punto máximo de toda relación y existen muchos medios para lograrlo además del obvio. Una zona que tiene un gran número de terminaciones nerviosas es el pecho y sabiendo las técnicas adecuadas puedes hacer volar a la mujer.

Estas áreas erógenas sensibles que pueden conducir a tener un buen rato son los senos y al consentirlos se activan zonas del cerebro que funcionan igual que cuando se estimula la zona del pubis. La clave para esto, es que resulte excitante para ti, no solamente para ella.

El método idóneo para esto es el aceite de masaje en el pecho; los hay de varios aromas y saborizados, una cualidad que invita aún más cuando pases de estimular con tus manos a usar tus labios.

Primero, sin aceite, comenzarás con las yemas de los dedos a acariciar el cuello, así también tu cerebro te enviará señales excelentes. Recorre su cuello, escote y después los laterales de los senos, todo con calma.

Después con las palmas en forma de alas, ya untadas de aceite, recorre el interior de sus pechos delicadamente y pasa los pulgares por las areolas, puedes dar tironcitos con sutileza.

Acto seguido, es el turno de tu boca. Explora los senos, juega con los ritmos aumentando más la intensidad. No dejes de dar masaje con tus manos, mientras esto ocurre.

Ya después sigue la intensidad aumentando, puedes dar mordiscos y succionar, recuerda mantener el ritmo y la intensidad. Y también tener un equilibrio entre cada seno.

Para poder llegar al clímax es necesario la “cereza del pastel”, el pubis necesita ser estimulado sin ser ésta la principal estimulación, hazlo tú o deja que ella lo haga.

Esto es algo que se debe trabajar, disfrutar, si hay tensión o prisa en querer llegar, simplemente no sucederá, lo importante es disfrutar el viaje y que entre los dos haya esa conexión mágica. Si no llega, no te preocupes, trabaja en ello y al menos ya preparaste un terreno que disfrutarán los dos.