Si tienes escalofrío musical significa que tienes un cerebro especial

La música nos da un placer comparado con comer o hacer el delicioso

La música tiene muchísimos efectos en el ser humano, uno de ellos se llama escalofrío musical y esto puede suponer que tienes un cerebro especial. Este arte nos acompaña en todo momento y lo usamos para distintos propósitos, para incrementar nuestra felicidad o sacarnos de un momento de tristeza e ira.

El escalofrío musical se experimenta de la siguiente manera: un temblor recorre tu cuello, tu piel se eriza al igual que tus vellos, sí llega a ser extremo este sentimiento puede que hasta una lágrima se escape en tus mejillas. La música tiene el poder de apoderarse de lo más profundo de nuestro ser.

La explicación científica tiene que ver con el cerebro., una investigación publicada por la Social Cognitive and Afective Neuroscience señala que los cuerpos de las personas que responden con escalofríos a la música tienen un cerebro un poco distinto al del resto. “En estas personas hay más fibras que conectan la corteza auditiva con el área asociada al procesamiento emocional, haciendo que las dos partes se comuniquen mejor.

Identificaron estas diferencias individuales en un estudio que evaluó las emociones de los individuos. 10 participantes percibieron un hormigueo constante en su cuerpo con la música y los 10 restantes rara vez lo sintieron. Entonces, las personas que responden emocionalmente a los estímulos musicales poseen una conectividad de materia blanca (la que transmite la información de las diferentes partes del cuerpo hacia la corteza cerebral) más fuerte entre las regiones del cerebro. De la misma manera concluyeron que también tienen una mejor habilidad para experimentar emociones intensas.

Se ha dicho que la música puede crear múltiples efectos en el organismo del ser humano, incluso puede compararse con lo que nos hace sentir el sexo, los juegos de azar y la comida. Pues la dopamina (neurotransmisor del placer) puede alcanzar niveles muy altos segundos antes de escuchar la parte más especial de alguna canción. Es en ese momento cuando aparecen los escalofríos. Cuanto más sea la liberación de dopamina, mayor será el frío que recorra nuestro cuerpo.

Otro dato del neurocientífico Jaak Pankseep, descubrió que la ‘piel de gallina’ suele sentirse con más frecuencia con música triste, que con la alegre. Según este experto, la música melancólica activa un antiguo mecanismo de respuesta cerebral relacionado con la angustia que nos pudo quedar de nuestros antepasados.

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